“La recuperación económica no llega a las personas”

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“La recuperación económica no llega a las personas”

CCOO da en un informe las claves que explicarían por qué la crisis no ha acabado para todos aumentando la desigualdad.

Trabajadores

“La economía española se está recuperando, pero no llega a la mayoría de las personas debido a la política económica que se ha aplicado en los últimos años” Esta es la principal conclusión del informe del Gabinete Económico de CCOO ‘España, la recuperación que no llega a las personas’, que señala que en 2017 habrá casi 1.900.000 puestos de trabajo (equivalente a tiempo completo) menos que en 2007, y que mientras los beneficios empresariales y las rentas de autónomos superarán en un 4,7% real su nivel de pre-crisis, la remuneración de los asalariados solo lo hará en un 0,3%.

“El abultado desempleo existente en nuestro país, 3.732.000 personas, es la primera prueba de que la recuperación no llega a todos”, según CCOO, que hace notar que “pesar de que el desempleo se ha reducido en los últimos cuatro años, la rebaja ha sido lenta y la tasa de desempleo española aún es muy alta (16,4%), 7,8 puntos por encima de la Eurozona, la segunda más elevada después de Grecia”.

Otro ejemplo de que la crisis no ha acabado para todos, que facilita el sindicato es que “el desempleo de larga duración (más de un año buscando trabajo), que afecta a la mitad de los parados, 27 puntos más que antes de la crisis, y de muy larga duración (más de dos), 36,4% de las personas paradas, 24 puntos más que en 2007, sigue siendo muy alto”.

El informe constata, además, que estas abultadas cifras, al sumarse a la rebaja de la protección por desempleo, “han contribuido a que la protección por desempleo solo alcance en la actualidad al 55% de los parados registrados y a que caiga la cuantía media de la protección”. Y explican, en opinión de CCOO, “el fuerte incremento de los indicadores de pobreza durante la crisis, aunque han bajado apreciablemente con la recuperación de la actividad económica”.

Aunque el informe de CCOO constata que la disminución del desempleo ha servido para rebajar la pobreza de manera apreciable, también indica que la desigualdad solo ha caído muy ligeramente (España es uno de los países más desiguales en el reparto de la renta y donde más ha aumentado la desigualdad de entre los países más golpeados por la crisis).

Los motivos –según explica la organización sindical en su web- son la más rápida recuperación de las rentas del capital y los beneficios empresariales, el recorte de la protección a los parados comentado, el aumento de la precariedad en el empleo (tanto salarial, como en términos de estabilidad y jornada) y la participación asimétrica de los asalariados en la recuperación de la actividad económica según su nivel salarial.

CCOO destaca que su informe viene a confirmar que “los ricos ganaron más participación en la renta durante la crisis y han seguido haciéndolo durante la recuperación”. En cambio, los pobres la han perdido, aunque la recuperación ha moderado esta pérdida en línea con la caída del nivel de pobreza. El 10% más rico obtiene 0,7 puntos porcentuales más en 2015 de renta que en 2007, mientras que el 10% más pobre recorta su participación en medio punto, puede leerse en el informe.

El papel de la reforma laboral

El informe también analiza el impacto de las reformas laborales en el hecho de que la salida de la crisis no sea una realidad para todos. Dice el sindicato que “el aumento de la precariedad del empleo y la erosión del poder de negociación de los trabajadores producidos por las últimas reformas laborales son otra de las causas centrales de que el crecimiento no esté siendo inclusivo, junto al desempleo y su lento descenso”. Ya que “por un lado, los trabajadores participan menos de la prosperidad de las empresas y, por otro, se produce un peor reparto de la masa salarial entre los asalariados, lo que impide la rebaja de los índices de desigualdad”.

También hace notar dicho informe que “a diferencia de la desigualdad global en el reparto de la renta entre hogares, que ha empezado a caer –aunque muy ligeramente-, la desigualdad sigue aumentando entre los asalariados también durante la recuperación. La razón es que la devaluación salarial y de las condiciones de trabajo han afectado más a los salarios medios y bajos durante la crisis, y los mejor remunerados están participando antes de los beneficios de la recuperación. En 2017, por ejemplo, los salarios medios y bajos verán incluso caer su poder de compra en 0,6 puntos”.

Precariedad laboral

Además, también se analiza el papel de la calidad del empleo en l hecho de que muchos asalariados no ven la salida del túnel de la crisis. CCOO destaca que la temporalidad en el empleo (27%) aún es más baja que antes de la crisis (31,6%), pero su tendencia es claramente al alza, y ya está por encima de su nivel previo a la crisis en jóvenes, manufacturas, comercio, transportes y hostelería.

Y también resalta que “la rotación laboral ha subido tanto en los contratos indefinidos como en los temporales, donde han aumentado mucho los contratos de muy corta duración.” Y para demostrarlo asegura que “antes de la crisis, para crear un empleo permanente se firmaban 1,2 contratos indefinidos, tras las facilidades para despedir introducidas por la reforma laboral de 2012 este ratio sube a 1,5 contratos en 2016”. Apuntando también que en 2006 se registraban 3,6 contratos temporales por cada empleo temporal y en 2016 este ratio había aumentado hasta 5,6 contratos. Y resalta el sindicato que “los contratos temporales de duración inferior a la semana han pasado de suponer el 16% del total de los contratos iniciales registrados entre enero y septiembre de 2007, a representar al 27% en el mismo período de 2017”.

Otro dato importante a juicio de CCOO es que “el empleo a tiempo parcial siguió subiendo, incluso durante la crisis, impulsado por su reforma en 2012 que aumentó su precariedad. Su peso pasó del 12% del empleo asalariado en 2007 al 16,4% en 2017”, según la EPA.

También sube –según los datos de la organización sindical- el incumplimiento del tiempo de trabajo y su remuneración. Por ejemplo, y ponen como ejemplo el aumento del porcentaje de horas extraordinarias no pagadas en efectivo ni compensadas con descanso del 39% en 2008 al 47,6% en 2017. Un fenómeno que está, asimismo, relacionado con el aumento de la economía laboral sumergida que, por definición, es difícil de cuantificar.

“La devaluación salarial generalizada se suma, como novedad, al aumento del empleo precario durante la crisis y está íntimamente ligada a la erosión del poder de negociación de los trabajadores provocado por la reforma laboral de 2012, para cuyo fin fue diseñada”, según CCOO, que alerta que “el resultado es que el salario en nómina, pagado por realizar el mismo trabajo, se redujo un 7,6% real entre 2008 y 2015”. Una rebaja que ha sido mayor entre los trabajadores que no perdieron su empleo y acumulan antigüedad en la empresa. El ingreso salarial se recorta un 22,5% entre 2008 y 2015, en el 10% de los asalariados que cobran salarios más bajos

CCOO advierte, igualmente, de que el cambio en la correlación de fuerza en la negociación salarial provocado por la reforma laboral (rebaja del despido, prioridad aplicativa del convenio de empresa, fin de la ultractividad, etc.) está recortando la participación de los trabajadores en la recuperación, y puede convertir la devaluación salarial en un fenómeno permanente. Prueba de esto es la divergencia que se observa entre la mejora de la productividad nominal en el último año y lo que llevamos de 2017, y el crecimiento prácticamente nulo o incluso negativo del salario medio.

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