Subidas salariales a base de huelgas

Lucha sindical

Subidas salariales a base de huelgas

Luchas sindicales apoyadas por el total de la plantilla han logrado aumentos de sueldo, complementos y mejoras laborales en los últimos meses.

Trabajadoras residencias Vizacaya.

En apenas dos días pero con jornadas de negociación maratonianas según trabajadores y empresa, la huelga del servicio municipal de recogida de basura en Madrid logró aumentos salariales del 2,5%, casi 70 contratos de nueva creación y 80 ascensos. No hubo despidos.

Menos de un mes antes, la huelga de diez días anunciada por los trabajadores del mismo servicio en el Alto Deba, comarca de Guipúzcoa, no llegó a iniciarse tras lograr la readmisión de ocho trabajadores que se quedaban sin empleo en el paso del servicio de una subcontrata a otra. La plantilla de 47 trabajadores anunció la huelga en solidaridad con sus compañeros, que fueron readmitidos en la nueva concesionaria.

“Vemos claro que este acuerdo se ha conseguido cerrar como consecuencia de la unión y lucha de los trabajadores, aunque somos conscientes de que sigue habiendo un recorrido que realizar para dignificar las condiciones laborales de toda la plantilla”, explicaban los trabajadores al comunicar que la huelga se desconvocaba.

Hace apenas una semana las trabajadoras de Bershka Pontevedra lograron la equiparación salarial con las plantillas de la misma empresa en otras provincias. Todo el personal de las cinco tiendas de esta marca de Inditex en Pontevedra mantuvo los establecimientos cerrados durante más de una semana, y el resultado se cifra en una subida de 120 euros entre mejoras salariales y pluses.

“No estamos pidiendo nada que no tengan ya otras compañeras”, explicaba una representante sindical de las trabajadoras, que se plantaron ante la primera oferta de Inditex: un aumento de 30 euros en tres años y proporcional según las jornadas, la mayoría de ellas parciales. “¿De verdad el Grupo Inditex nos está ofreciendo cobrar 17 euros más en tres años?», clamaban antes de lograr aumentos de 120 euros tras nueve días en huelga indefinida.

Un poco antes concluyó el pulso de las cerca de 5.000 trabajadoras de las residencias de ancianos de Vizcaya, que llevaban en pie de guerra 370 días. Firmaron aumentos de unos 2.000 euros anuales hasta 2020, con el modesto objetivo de que toda la plantilla pueda cobrar en tres años 1.200 euros netos en 14 pagas. Fue una lucha “social y feminista”, expresaban las trabajadoras según recogió eldiario.es.

«Nos han llegado a decir que estos sueldos no son el de un cabeza de familia; nos han llegado a decir que cobramos menos porque nuestro sueldo es un complemento al del hombre», aseguraban esta mañana en Cadena Ser las trabajadoras, tratando de explicar la dificultad de una lucha desde este sector totalmente feminizado.

La huelga de los trabajadores de Cuétara, una de las más intensas de este 2017, también acabó en junio con un saldo victorioso. Unas 420 personas de la plantilla de la fábrica de galletas en Villarejo de Salvanés armaron una intensa batalla laboral después de que hace dos años su convenio colectivo caducase y las negociaciones con la empresa no llegasen a buen puerto.

Los trabajadores de la fábrica madrileña de Cuétara abandonaron los paros y movilizaciones tras pactar con la compañía una subida salarial de 7,5% en los próximos cinco años. También lograron el compromiso de que se reduciría la presencia de empleados procedentes de empresas de trabajo temporal y la creación de 35 puestos fijos en los próximos tres años. Por otro lado, empleados y empresa acordaron crear unos turnos de trabajo voluntarios con retribuciones para los periodos de máxima actividad, con retribuciones de hasta 120 euros los fines de semana, así como que se disminuya en un día la jornada laboral anual y se aumente la cantidad asignada a los pluses de nocturnidad.

En septiembre, los más de 1.200 funcionarios de Justicia del Principado de Asturias se fueron a la huelga indefinida porque es la única región autónoma que no paga un complemento autonómico a este colectivo. A final de mes, frenaron los paros al alcanzar un preacuerdo que les aseguraba una subida de 140 euros en 14 pagas que se completaría en tres años.

Se triplican los trabajadores que van a huelga desde 2015

Hay más conflictos laborales en estos meses de aparente reactivación de las luchas sindicales que logran unir a la mayoría de los trabajadores, cuando no el total de la plantilla. Algunas siguen en activo, están anunciadas, o han abandonado los paros por falta de éxito en las negociaciones. Es el caso de Navantia, cuyos trabajadores en Ferrol votaron abandonar la huelga iniciada el 5 de octubre para pedir salarios acordados en 2001, en el convenio provincial del metal firmado hace nada menos que 16 años.

Otras protestas están por comenzar, como la de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, que irá a la huelga el próximo 18 de noviembre para sellar la estabilidad de los actuales trabajadores y poner fin a los recortes de los últimos años, en los que la plantilla ve un “desmantelamiento” de la Orquesta a base de despidos y contratos a estudiantes que suplen a miembros estables del conjunto.

Una protesta emblemática como la de la estiba, por otro lado, amenaza ahora con reabrirse después de que la CNMC haya aceptado incoar un expediente sancionador contra la patronal y los sindicatos por los términos del acuerdo del pasado mes de julio que, según sospecha el regulador, podría contravenir el polémico decreto del Gobierno que determinó la liberalización del sector de la estiba.

Falta mencionar a muchas otras luchas, como las de las kellys o los trabajadores de Coca Cola en Fuenlabrada, que parecen indicar repunte de la confianza en la lucha sindical frente a un hecho incontestable: los salarios no están subiendo. 2016 fue el primer ejercicio de la serie historica en que el sueldo medio cayó respecto al año previo. Aunque las rentas más bajas ganaron respecto a 2015, desde el inicio de la crisis han perdido un 4,5%.

Según datos de la CEOE, en 2016 se produjeron 171 huelgas en empresas o servicios de carácter público, secundadas por 734.556 trabajadores, en las que se dejaron de trabajar 8.261.820 horas. Suponen un 8% más que en 2015, pero el número de trabajadores que participaron en las mismas casi se triplicó: aumentó un 273% respecto al año previo. Las horas de trabajo perdidas se incrementaron en un 57% en el mismo periodo.

Más información