Los sindicatos de Santander y Popular han sido convocados este viernes a una reunión con las direcciones de ambas entidades para comenzar el proceso negociador de la reestructuración de la plantilla del grupo, que se espera que en esta primera fase afecte a los trabajadores de los servicios centrales del Popular.
Según publica la agencia Europa Press, que cita fuentes sindicales, los representantes de los trabajadores acuden a esta cita con el planteamiento previo de que el ajuste debe llevarse a cabo “a través de vías no traumáticas”.
Los sindicatos están dispuestos a escuchar los planteamientos de Santander siempre y cuando el redimensionamiento de las plantillas que se pretende acometer tanto en esta entidad como en su filial Banco Popular se aborde mediante prejubilaciones y bajas incentivadas “respetando siempre los derechos adquiridos de los trabajadores”.
Durante la reciente presentación de resultados del grupo, el consejero delegado José Antonio Álvarez ya avanzó la intención del Santander de empezar a negociar con los sindicatos un ajuste en los servicios centrales, si bien descartó dar una cifra aproximada del número de afectados. El diario el Independiente, que cita fuentes conocedoras de los contactos preliminares, habla de 1.500 trabajadores afectados, lo que supondría un 10% de la plantilla total del Popular.
En un futuro próximo se llevará a cabo también una negociación sobre la plantilla en la red de sucursales. “La integración de oficinas requiere la previa integración tecnológica, lo cual nos lleva al año 2019”, señaló Álvarez.
Tras la absorción del Popular, el grupo Santander cuenta con 200.949 empleados, un 0,3% menos que tres meses antes, según los datos proporcionados por la entidad al cierre del tercer trimestre. De ellos, aproximadamente un 6% corresponde a Popular, que al término del primer trimestre de este ejercicio -la última vez que presentó resultados- contaba con 15.020 trabajadores, 13.449 de ellos en España.
