Ya ha llegado, el 155 ya está aquí. El polémico artículo de la Constitución llega con una disolución del Govern de Cataluña y unas elecciones autonómicas debajo del brazo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado estas medidas que no eran el “deseo” del Ejecutivo.
El Consejo de Ministros extraordinario de este sábado, con el apoyo del PSOE y Ciudadanos, ha acordado autorizar al Ejecutivo cesar a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y los consellers de la Generalitat. Es decir, a todo el Govern en bloque. Nadie se ha librado.
Asimismo, se ha trasladado al Senado la decisión de convocar elecciones autonómicas en Cataluña en un plazo máximo de 6 meses, aunque el propio Mariano Rajoy ha asegurado que su intención es que los ciudadanos acudan a las urnas lo antes posible. Algo que incide en la idea de Pedro Sánchez y de Albert Rivera de que los comicios tengan lugar en enero.
Arropado por todos sus ministros el presidente del Gobierno ha comparecido en Moncloa para dejar claro que se ha visto obligado a aplicar el artículo 155. “No era ni nuestro deseo ni nuestra intención”, ha asegurado el líder del PP, que ha defendido que “ningún gobierno de ningún país democrático puede aceptar que se ignore la ley, que se viole la ley y que todo ello se haga queriendo imponer sus criterios a los demás”.
Para Rajoy el principal culpable de la aplicación de este mecanismo son los soberanistas con un “proceso unilateral” y “contrario a la ley”. De esta manera ha recordado lo que pasó en el Parlament los pasados 6 y 7 de septiembre cuando “se vulneraron los derechos de los diputados de la oposición”.
“No se pueden hacer peor las cosas”, ha dicho Rajoy, que ha manifestado que “tengo la impresión sin temor a equivocarme de que algunos lo que querían era que se aplicara el 155”.
Tras incidir en la ausencia de diálogo por parte de la Generalitat el jefe del Ejecutivo ha detallado algunas de las medidas que ha mandado al Senado para su aprobación en un pleno el próximo viernes. Además del cese del Govern en bloque y de la convocatoria de elecciones, que “es lo que dice el sentido común”, Rajoy ha anunciado que serán los ministerios de su Ejecutivo los que asuman las responsabilidades que hasta ahora tenían Puigdemont, Junqueras y el resto de consellers.
Asimismo, la facultad para disolver el Parlament pasa al presidente del Gobierno, que no se disolverá, continuará con su función representativa, pero la presidenta de esta Cámara no podrá proponer ningún candidato a la Presidencia de la Generalitat ni plantear plenos de investidura. Tampoco se podrán hacer iniciativas contrarias a la Constitución o al Estatut y el Gobierno tendrá un plazo de 30 días para vetar cualquier propuesta al respecto.
La Generalitat, por su parte, continuará funcionando con normalidad y seguirá siendo la administración ordinaria de la Comunidad Autónoma.
Según ha remarcado Rajoy todo esto no supone acabar con el autogobierno de Cataluña ni su autonomía, sino que los objetivos pasan por “volver a la legalidad, recuperar la normalidad y la convivencia, continuar con la recuperación económica y celebrar elecciones en situación de normalidad”.
Antes de terminar ha querido lanzar un mensaje a Puigdemont. Preguntado por si todas estas medidas quedarían paralizadas en caso de que la semana que viene el mandatario catalán convocase elecciones, el jefe del Ejecutivo ha respondido que “el 155 solo se puede paralizar si el Senado no lo aprueba”.
