La UE aún sufre más paro y menor inversión pública que al inicio de la crisis

La UE aún sufre más paro y menor inversión pública que al inicio de la crisis

Un nuevo Informe de Cohesión evidencia que la depresión económica ha alimentado las desigualdades entre países y regiones de la Unión.

Bandera UE Union europea

El desempleo medio de la Unión Europea sigue siendo mayor que antes de la crisis económica. Aunque 2016 fue el año en el que los estados miembros lograron por fin superar el porcentaje de personas trabajando en toda la UE respecto a 2008, la tasa de paro se resiste a recuperarse y la situación se agrava en el caso de los menores de 25.

Además, la inversión pública media de todos los Estados miembro tampoco se ha repuesto de los azotes de la austeridad, y permanece por debajo de su nivel anterior a la depresión económica.

Más allá de las medias, la crisis ha alimentado las desigualdades regionales entre los 28 –pronto 27-, a tenor de los datos del séptimo Informe sobre Cohesión que cada tres años elabora la Comisión Europea, presentado ayer y que en esta ocasión analiza el gasto europeo en cohesión económica, social y territorial durante los años de la crisis y respecto al horizonte 2020.

Los datos muestran que la crisis económica ha exacerbado las diferencias económicas entre unos y otros Estados miembro, pero también entre distintas regiones del mismo país. “Aunque la crisis ha terminado, ha dejado claras cicatrices en muchas regiones», reconocía la Comisaria de Política Regional de la UE, Corina Creţu, al presentar los resultados. «El informe evidencia que nuestra Unión necesita más cohesión».

El informe revela que las regiones con un PIB per cápita superior a la media europea han crecido más rápidamente que las menos desarrolladas por “una combinación de productividad y crecimiento del empleo” basados en la concentración de actividades y servicios de proveedores especializados, inversiones en transportes y TIC, entre otras actividades que generan mayores retornos.

Sin embargo, varias de las regiones con un PIB per cápita cercano a la media de la UE “parecen atrapados en una trampa de ingresos medios”, según el informe, poniendo de relieve que los sectores manufactureros de estos estados y regiones más débiles tienen más dificultades para competir con las más ricas, con costos demasiado altos y sistemas de innovación insuficientes.

¿Centrarse solo en las regiones más pobres?

Aliviar las disparidades económicas ha sido uno de los grandes objetivos de la UE desde hace cuatro décadas, y un plan vital tras la adhesión de una decena de países excomunistas en la década de los 2000. Pero este informe muestra que mientras las zonas orientales avanzan y aumentan su PIB respecto a 2008, el sur ha quedado atascado y ha visto caer su riqueza desde entonces.

Los fondos de cohesión no están asegurando la recuperación a estas zonas y el último documento de la Comisión Europea abre el debate con una pregunta: “¿Debería la política de cohesión centrarse ahora únicamente en las regiones menos desarrolladas?”. La UE seguirá discutiendo esta semana en Bruselas los resultados del informe para dar respuesta al reto de estrechar las brechas de la temida Europa de distintas velocidades sin alimentar, por otro lado, las tensiones entre las regiones ricas y pobres que conviven en la UE.

Más información