Las acciones de Grifols cotizan prácticamente planas en el Ibex 35, a 24,49 euros por título, después de confirmar que mantiene, por el momento, su sede social en Cataluña. La farmacéutica es la única cotizada del selectivo español que descarta el traslado de domicilio ante la amenaza de una posible declaración unilateral de independencia por parte del Gobierno catalán.
La compañía parece que se mantiene al margen de la crisis política gracias a su negocio diversificado. De hecho, más del 90% de sus ventas proceden de fuera de España, de ahí que en la última semana, desde que se celebró el referéndum soberanista, apenas haya retrocedido un 0,60% en Bolsa. Un caída mínima teniendo en cuenta que el pasado miércoles el Ibex 35 cerró su peor jornada desde el Brexit.
Los títulos de Grifols sí cayeron con intensidad la semana del 18 de septiembre como consecuencia de la debilidad del dólar en su cruce con el euro. Además, los analistas de Kepler Cheuvreux rebajaban esos días su recomendación para este valor, retirando su consejo de comprar. No obstante, fijaban su precio objetivo en 25,7 euros, por lo que todavía tiene margen de revalorización.
En un sentido estrictamente técnico, Borja Rubio, Head of Brokerage en España de Orey iTrade recuerda que desde finales de julio el valor encadena máximos y mínimos crecientes, habiendo marcado el último mínimo hace dos semanas en 23,3 euros. En su opinión, Grifols puede continuar con el rebote para buscar los principales niveles de retroceso de Fibonacci desde máximos anuales.
