El desencuentro entre el Gobierno que preside Mariano Rajoy y la Generalitat que encabeza Carles Puigdemont es absoluto. El referéndum del pasado 1 de octubre ha dinamitado cualquier posibilidad de que ambas partes solucionen por sí solas este conflicto. De ahí que en los últimos días la opción de una ‘mediación’ haya irrumpido con fuerza. Se ha producido todo un aluvión de propuestas para mediar ante este choque de trenes. Candidatos a ejercer este papel no faltan.
Entre ellos está el lehendakari Iñigo Urkullu, que envió este martes una carta al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en la que se ofreció para propiciar una “mediación europea”. “No pienso sentarme a esperar a que se produzca el choque de trenes y su descarrilamiento. Mucho menos a alentarlo. Prefiero empeñarme en buscar vías de solución, desde el realismo y la voluntad de acuerdo, tanto en mis intervenciones públicas como en las que no lo son”, afirmó este viernes en la sesión de control del Parlamento Vasco, donde reiteró su apuesta por el diálogo y la mediación.
El PSC también se ha ofrecido para esta labor. “Ni DUI ni 155. Negociación”, afirmaba el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, en un acto esta semana en la sede del partido en el que apuntaba que “si los que tienen que negociar” no lo consiguen y tienen que buscar un mediador, “les ayudaremos. Y si quieren que lo hagamos nosotros, nos ofreceremos”.
La Iglesia católica también se encuentra entre los que defienden una mediación. El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, apeló este miércoles al “camino del diálogo, del entendimiento” y “de la no confrontación”. En una declaración institucional, Blázquez pidió “que se evite adoptar decisiones y actuaciones irreversibles y de graves consecuencias” ante la “grave situación que vive Cataluña”, según RTVE. Estas palabras no gustaron nada en las filas del PP, que pidieron a la Iglesia que no se meta en política.
Precisamente, el presidente del Gobierno citó a los cardenales arzobispos Carlos Osoro y Juan José Omella a un encuentro en La Moncloa el martes por la tarde, antes del mensaje de Felipe VI. A esta reunión, según la SER, no se invitó ni al presidente de la Conferencia Episcopal ni al secretario general y responsable de relaciones institucionales, José María Gil Tamayo, por la mencionada llamada al “diálogo”.
En este encuentro, que adelantó Religión Confidencial, Rajoy trasladó su malestar por la declaración institucional y pidió a Omella y Osoro -cercanos al papa Francisco– su apoyo ante la crisis en Cataluña, así como su colaboración.
Los contactos con la Iglesia también los ha tenido la Generalitat. Su vicepresidente, Oriol Junqueras, se entrevistó este miércoles con el Arzobispado de Barcelona, según TV3. Los contactos entre el Govern y el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, y entre la Generalitat y el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, han sido habituales en las últimas semanas.
Otra iglesia, la Evangélica, también se ha ofrecido para mediar. El Consejo Evangélico de Cataluña, que aglutina a las comunidades protestantes, se ha sumado a estas iniciativas de mediación y ha abogado por encontrar una solución “pactada”.
“Nos ponemos a disposición de las más altas autoridades para contribuir, en la medida que esté en nuestras manos, en esta tarea de mediación”, afirma en un comunicado recogido por EFE en el que la comunidad protestante interpela “a las más altas autoridades de la Unión Europea para que garanticen los derechos de ciudadanía europea”.
El Colegio de Abogados de Barcelona, por su parte, ha propuesto la creación de una comisión independiente para que Gobierno y Generalitat dialoguen en búsqueda de una salida pactada al conflicto catalán. Una iniciativa que cuenta con el respaldo de universidades, patronales empresariales y sindicatos. También con el del FC Barcelona. El club se ha adherido a esta iniciativa, porque “queremos ayudar a construir puentes de diálogo que contribuyan a resolver este conflicto de manera consensuada y pacífica”.
“Somos más que un club. Y, por ello, debemos apoyar a nuestra gente en circunstancias tan difíciles como las que estamos viviendo”, señala en un comunicado en su web.
En las últimas horas también se ha escuchado una posible oferta de Suiza para mediar en esta crisis. Algo que ha negado el Ministerio de Exteriores.
A pesar de todas estas propuestas la mediación no acaba de ser una realidad. El Gobierno no quiere hablar con la Generalitat hasta que no haya renunciado a la declaración de independencia, lo que se antoja complicado.
