La crisis del sector de la construcción paralizó durante años las obras en muchos lugares de España. Algunas se llegaron a terminar, pero no a promocionar, otras se quedaron paralizadas como si el tiempo se hubiese congelado y el andamio se hubiese convertido en hielo. Es en este contexto donde toma especial relevancia el sector de la rehabilitación, un sector en el que ya se habría consolidado años mucho antes la compañía Second House Barcelona, convirtiéndose en referente y estando en las primeras posiciones en la parrilla de salida.
Second House Barcelona nació a principios de los años 90 especializándose en el área de la exclusividad y el lujo. Al inicio de su trayectoria, centró su actividad en la intermediación de viviendas en las zonas residenciales más prestigiosas de la ciudad condal.
Tras algunos años operando con inmuebles, extendieron su negocio a edificios y fincas de menos de 1.500 m2 dedicándose primero a su rehabilitación y, posteriormente a su venta, gestionando todas las tareas burocráticas y todo lo relativo a la parte técnica.
Según el informe de la consultora especializada en este tipo de operaciones, la inversión inmobiliaria llegó hasta los 3.417 millones en el primer trimestre de este año. Los datos que cerraban 2016 ya apuntaban a una recuperación total y a un ritmo de crecimiento que se mantendrá también en el año 2018, de acuerdo a lo afirmado por expertos inmobiliarios.
Cataluña, con Barcelona a la cabeza, es una de las comunidades autónomas que presenta una mejor perspectiva de inversión, tanto nacional como internacional por la imagen consolidada de Barcelona como ciudad abierta y cosmopolita, mucho más fuerte que los últimos episodios políticos.
En este sentido, aparte el despunte de viviendas de obra nueva y de segunda mano, como se ha mencionado anteriormente, el sector de la rehabilitación de edificios ha tomado una fuerte tendencia al alza.
Actualmente, se pueden encontrar diversos edificios en venta Barcelona que cambian de uso. Es decir, lo que antes era un hotel se puede convertir en un edificio de viviendas o lo que antes era un edificio de oficinas puede convertirse, a su vez, en un hotel o en uno de viviendas.
Estas transformaciones tienen una gran influencia europea. Países como Suiza o Bélgica están a la vanguardia de esta moda que, lejos de caracterizarse por ser efímera, ha venido para quedarse.
Por ello, comprar edificio en Barcelona es una apuesta segura, por la vida que representa la ciudad que es la mayor garantía de éxito de la operación. Así, muchos inversores se decantan por los edificios de alto standing, que se encuentran en zonas históricas de la ciudad condal o en lugares residenciales como Sarriá, Sant Gervasi – La Bonanova o Sant Gervasi – Galvany.
Se trata de inversores españoles, pero también de inversores extranjeros. El miedo que se tenía al Brexit y lo que representaría en un sector como el inmobiliario, con una gran incidencia de capital extranjero sobre todo en las grandes operaciones, se ha disipado al ver los números y los resultados reales.
