¿Huelga indefinida en las clínicas privadas de Madrid?

Sanidad

¿Huelga indefinida en las clínicas privadas de Madrid?

La mesa de negociación para mejorar las condiciones laborales está cerca de romperse y los trabajadores deciden este miércoles si van a huelga o cuál será la reacción.

Marea Blanca sanidad

Los rumores de huelga indefinida empiezan a escucharse con fuerza en la sanidad privada madrileña. El conflicto viene de lejos y en la mesa de negociación entre los sindicatos y la patronal está el motivo de esta situación que parece límite. “Nos han tomado mucho el pelo”, denuncia a ElBoletín.com Esperanza López, delegada sindical de UGT en el Hospital Moncloa y presente en las conversaciones, al recordar que llevan dos años buscando firmar un nuevo convenio que termine con la “precariedad” que viven los trabajadores.

La denuncia no ha cambiado en los últimos meses. Las movilizaciones han aparecido como respuesta al “inmovilismo” de las grandes empresas del sector a mejorar las condiciones laborales. Y la reacción por la parte empresarial sigue sin darse. “Las manifestaciones parece no afectarles”, desvelan López sobre la negociación, la cual vive sus horas más bajas. La pelota ahora está en el tejado de los propios trabajadores.

Según han informado varias fuentes a este medio y ha confirmado López, los profesionales de la sanidad privada madrileña se reúnen este miércoles en asamblea para decidir el próximo paso a dar ante el escenario de congelación que ha provocado la patronal. “La mayoría de la gente quiere huelga indefinida”, aseveran desde UGT. Un paso que, en el caso de decidirse por votación, podría suponer una reacción. O al menos eso se espera: “Temen a la huelga, podrían suspender servicios”.

Aun así, la sensación que transmite la patronal, según recalcan desde la otra parte de la mesa, es de mucha tranquilidad. “No se creen que vaya a haber una posible huelga”, analiza la delegada sindical de UGT. Mientras se deciden futuros pasos, la última reunión de la mesa de negociación que se ha celebrado este martes parece suponer un antes y después en la ronda de contactos. A pesar de que (aún) no están rotas las conversaciones, la sensación es de “tablas”. Es más, ni tan siquiera se ha fijado una “fecha para la próxima reunión”.

Las cesiones y las reivindicaciones

Un escenario que no es flor de un día; los dos años de negociación están ahí. Y lo único que los sindicatos han conseguido ‘arrancar’ a las grandes empresas de la sanidad privada es un aumento salarial del 1,5%. Oferta inaceptable para las organizaciones sindicales, que piden al menos un 2% de subida salarial. “Tan solo el IPC de 2016 a 2017 ha aumentado un 2,5%”, recalcan desde UGT. Y lo ofrecido por la patronal ‘tiene trampa’: “A cambio quieren alargar un año más el convenio actual”.

Al mismo tiempo, ese inmovilismo en la negociación impide avanzar algo que no extraña en los sindicatos al escuchar los argumentos que salen de la misma. “Nos dicen que los trabajadores somos unos privilegiados por trabajar 1.680 horas anuales; nos cuentan la película de que no pueden subirnos el sueldo porque si no tienen que cerrar clínicas y mientras se hinchan a hacer listas de espera y a aumentar la tecnología”, reprocha Esperanza López.

Y en los salarios está gran parte del futuro de la negociación. Según lamentan desde el sector, el sueldo de una enfermera –que son de las que más cobran- apenas supera los 1.100 euros por esas 1.680 horas anuales. Un bolsillo que afecta en mayor medida a otras categorías como es el caso de las auxiliares de Enfermería que no cuentan con una nómina de cuatro cifra: cobran cerca de 800 euros, según fuentes de las negociaciones.

La presión de Quirón

Unas condiciones laborales que en algunas empresas empeora según la política de dicha compañía. “Por ejemplo, en Quirón te pueden llamar de un día para otro y decirte que vayas a trabajar a la hora que les apetezca aunque tengas ya un turno asignado”, reprochan López. Una multinacional que, como apostillan desde la mesa de negociación, está atenazando al resto de empresas presentes dentro de la patronal. Algo que puede hacer “al tener la mayoría”. Otras sociedades como Sanitas o Asisa, según UGT, ni tan siquiera asisten a las reuniones.

La falta de mano izquierda de la patronal que denuncian los sindicatos ha llegado incluso con las renuncias de estos últimos. “No hay visos de negociación, pese a disminuir nuestras pretensiones”, recalcala delegada sindical de la organización. Y entre dichas renuncias se encuentran algunos derechos básicos como el pago real de las 7 horas de trabajo o el pago del descanso de 20 minutos, así como renunciar a la antigüedad a cambio de una consolidación de empleo.

“Es increíble que la gente no sepa esto”, concluyen desde UGT al manifestar a este medio que los trabajadores de la sanidad privada madrileña, aparte de ese olvidado aumento salarial o el rechazo a pagar los domingos y los festivos, cuentan con unos permisos de paternidad o de reducción de jornada, entre otros, “muy obsoletos” y que no se quieren renovar. Por el momento, en las próximas horas esos mismos profesionales decidirán si lanzarle un órdago definitivo a las empresas en forma de huelga indefinida.

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