Cae otro bastión de la socialdemocracia europea

Elecciones en Alemania

Cae otro bastión de la socialdemocracia europea

El ex presidente del Parlamento europeo era una de las últimas promesas de la socialdemocracia del continente.

Martin Schulz, líder del SPD

«Hemos perdido de forma estrepitosa», admitió Martin Schulz, el candidato del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) que vio hecho añicos este domingo las aspiraciones de desbancar a la canciller conservadora Angela Merkel en los comicios generales.

Schulz elevó a su partido a niveles de popularidad por encima del 30 por ciento al anunciar su candidatura a fines de enero, pero vio desinflarse gradualmente el apoyo hasta sufrir el domingo la derrota más dolorosa, con un mínimo histórico del 20,5 por ciento de los votos.

El ex presidente del Parlamento europeo era una de las últimas promesas de la socialdemocracia del continente. Para sus vecinos del bloque, era el político llamado a revivir una familia que fue perdiendo fuerza en cada cita con las urnas en medio del auge de los populismos y la aparición de nuevos partidos tanto de izquierda como de derecha.

En Francia, el Partido Socialista sufrió meses atrás una paliza con un 6,4 por ciento de los votos en las elecciones ganadas por el carismático centrista Emmanuel Macron y perdió incluso votos en favor de la izquierda radical al mando del elocuente Jean-Luc Melenchon.

Tras luchas intestinas, el PSOE español busca con denuedo recuperar el papel de principal partido opositor que le arrebató la nueva estrella de la izquierda Podemos.

En Holanda, el Partido Laborista (PvdA), antaño una de las grandes formaciones del país, se hundió por debajo del seis por ciento en los comicios generales de marzo, mientras que el más radical Partido Socialista ganó terreno.

El partido socialista griego, el PASOK, se desplomó a poco más del seis por ciento después de que estallase la crisis económica que aún atenaza al país heleno.

Sólo cuatro países de Europa occidental, Austria, Italia, Portugal y Suecia tienen Gobiernos liderados por partidos socialdemócratas o de centroderecha.

Durante décadas, estas agrupaciones rigieron los destinos de muchas democracias europeas. Contaban con una base sólida de electores en la clase trabajadora y fuertes lazos con los sindicatos para forjar lo que se conoce como el «Estado de bienestar», la combinación de una economía de mercado con un fuerte componente de contención social.

También lo hizo el SPD germano, el partido más antiguo de Europa, con 154 años a cuestas, que ahora se relame las heridas.

La centro-izquierda europea «está claramente en tendencia a la baja», señala Patrick Diamond, profesor de ciencias políticas de la Universidad Queen Mary de Londres. «La cuestión clave cuya respuesta desconocemos aún es si será un ciclo o una tendencia permanente», explica.

Los expertos constatan que estas formaciones ya no logran conseguir el 30 y 40 por ciento de los votos de la posguerra y han visto erosionarse la tradicional clase trabajadora europea.

En Alemania, el antiguo partido de los trabajadores se ha convertido en una formación de empleados y funcionarios. Según datos del instituto de investigación económica DIW, un 19 por ciento de los votantes del SPD están afiliados a un sindicato frente a un 24 por ciento de quienes ahora dan su voto a los populistas de derecha de Alternativa para Alemania (AfD).

Según Diamond, también existen factores más inmediatos que han tenido impacto en la centroizquierda: «La crisis financiera global, particularmente en los países en los que la centroizquierda estaba en el poder, causó mucho daño».

En el caso del SPD, los recortes promovidos a principios de los 2000 por el canciller Gerhard Schröder llevaron a una sangría electoral y al fortalecimiento del Partido La Izquierda, del que aún no se recupera pese a haber impulsado como socio menor de Merkel logros sociales como el salario mínimo.

«El SPD nunca ha ganado una campaña basada en la justicia social», constató Manfred Güllner, director del instituto demoscópico germano Forsa. Ahora, Schulz y los suyos anunciaron que pasarán a la oposición tras estar en el poder en 15 de los últimos 19 años.

Para el politólogo Thorsten Fraas, de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia, los socialdemócratas alemanes sólo podrán regenerarse en la oposición. «Si lo consiguen, será solamente así», dijo a dpa el politólogo, confirmando el panorama incierto de la centroizquierda.

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