El ‘boom’ del Bitcoin lleva a Basilea a plantearse criptomonedas de los bancos centrales

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El ‘boom’ del Bitcoin lleva a Basilea a plantearse criptomonedas de los bancos centrales

Un dinero en efectivo ‘digital’ podría permitir a empresas y particulares hacer pagos entre sí manteniendo el anonimato y al margen de los bancos.

Criptomonedas

¿Deberían los bancos centrales considerar la posibilidad de emitir sus propias criptomonedas para contrarrestar los riesgos surgidos del espectacular crecimiento del Bitcoin? Algunos comienzan a planteárselo y el propio Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés) anima el debate en un reciente informe en el que analiza los puntos a favor y en contra de esta medida, que podría dejar en fuera de juego a la banca.

En un informe de 16 páginas en el que estudia lo que denomina “una nueva taxonomía del dinero”, el BIS discute los pros y contras de que los bancos centrales emitan sus propias monedas digitales.

La creciente popularidad del comercio de monedas virtuales está creando un dilema para estas instituciones, cuyo papel pasa por un lado administrar la moneda y la oferta de dinero del país y por el otro por mantener la estabilidad en el sistema financiero. En ese sentido, si los bancos centrales emitieran dinero en efectivo digital, significaría que podría existir dinero en carteras digitales fuera de las cuentas bancarias, lo que permitiría a consumidores y empresas a pasar por alto a los bancos al hacer pagos entre sí.

“Aunque parece improbable que Bitcoin o sus hermanas desplacen a las monedas soberanas, han demostrado la viabilidad del blockchain o de la tecnología de contabilidad distribuida”, señala el banco de los bancos centrales. El informe del BIS destaca cómo los bancos centrales podrían emitir un sustituto digital al efectivo que permitiría que las transacciones de bienes y servicios continúen siendo anónimas, al igual que con el dinero tradicional.

“La perspectiva de las monedas digitales o criptográficas de un banco central está atrayendo una atención considerable”, reconoce el documento.

En general, el debate sobre cómo los bancos centrales deberían considerar la posibilidad de abarcar las criptomonedas es actualmente más importante en países como Suecia, donde el uso de efectivo está disminuyendo rápidamente, según el informe del BIS, pero no es un asunto que ninguno pueda soslayar.

“Al tomar esta decisión, los bancos centrales tendrán que considerar no sólo las preferencias de los consumidores por la privacidad y las posibles ganancias de eficiencia -en términos de pagos, compensación y liquidación- sino también los riesgos que puede acarrear para el sistema financiero y la economía en general, así como cualquier implicación para la política monetaria”, concluye el BIS.

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