La amenaza de huelga se contagia a las instalaciones de Aena en toda España

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La amenaza de huelga se contagia a las instalaciones de Aena en toda España

Los trabajadores recuerdan que el Grupo Aena, semipúblico, aumenta su productividad casi un 20% mientras empeoran las condiciones laborales de la plantilla.

Aeropuerto de Aena

Más allá del conflicto entre los 350 trabajadores en el aeropuerto de El Prat y la subcontrata Eulen, concesionaria de la seguridad en las dos terminales barcelonesas, el Grupo Aena se arriesga a un levantamiento general de sus trabajadores en todo el país. No en vano los sindicatos presentes en el gestor aeroportuario denuncian que el gestor semipúblico alimenta la precariedad laboral mientras su productividad ha aumentado casi un 20%.

En El Prat, coincidiendo con la huelga parcial de agentes de control de accesos, se han conocido hoy otros dos focos de reivindicaciones laborales: uno que comienza y otro que concluye. El primero, el de los vigilantes de seguridad de la empresa Ilunion que también han convocado huelga indefinida a partir del 16 de agosto con partos totales de lunes a viernes.

El personal de Ilunion se encarga de la inspección de equipaje de bodega, de vigilar el acceso de empleados, la vigilancia en terminales y demás instalaciones aeroportuarias, suministros y vehículos, por lo que trabajan en rondas y patrullas.

El otro punto de conflicto es el del servicio de carritos del aeropuerto catalán, que hoy abandona la huelga iniciada en julio tras alcanzar un acuerdo con Adelte, empresa concesionaria del servicio. La negociación ha logrado un nuevo convenio que aumentará el salario de los 70 trabajadores un 8% en tres años, además de incorporar una nueva categoría con un plus de 400 euros anuales y ocho horas anuales para visitas al médico.

El documento de convocatoria de huelga de los empleados de Ilunion, recogido por Europa Press, explica que los paros responden a la «negativa de la empresa para equiparar las condiciones de trabajo y económicas entre la plantilla del Aeropuerto de El Prat», y después de varias reuniones sin llegar a un acuerdo.

Al igual que sus compañeros de Eulen, los empleados de Ilunion piden un plus de 350 euros para los vigilantes del aeropuerto. Pero también la equiparación de los pluses de toda la plantilla, el pago del parking «como se venía haciendo antes de la subrogación» y el pago en su totalidad del plus de escáner aeroportuario.

Igualmente, solicitan ampliar la plantilla «según necesidades del servicio» y que los nuevos empleados estén formados adecuadamente, y que todos los contratos sean indefinidos.

Pero fuera de Barcelona, el Grupo Aena, del que el Estado posee el 51% a través del ente público Enaire, se expone a una ola de reivindicaciones laborales y avisos de huelgas en todo el territorio nacional y dentro de su propia estructura empresarial. Los sindicatos CCOO, UGT y USO en Aena han fijado hoy su amenaza de paros a partir del próximo 15 de septiembre si antes del 16 de agosto no reciben una respuesta positiva en el seno de la Comisión Negociadora a sus reivindicaciones en materia de mejoras salariales y en sus demandas para un plan de empleo.

Se trata de un preaviso de huelga de 25 jornadas en todos los centros de trabajo del Grupo Aena desde el 15 de septiembre hasta el 30 de diciembre. Los representantes de los trabajadores denuncian que llevan desde mayo amenazando con paros al desoírse sus peticiones, y han dado de plazo hasta el 16 de agosto antes de convocar formalmente la huelga, que coincidiría con la operación retorno de las vacaciones.

Como motivos de la protesta destacan reclamaciones salariales tras la pérdida de hasta un 8% de poder adquisitivo por parte de los trabajadores en 2010 frente a los «extraordinarios resultados económicos» del Grupo. Además, exigen un plan de empleo y una tasa de reposición que cifran en torno a 450 plazas en Aena y 250 en ENAIRE, entre otros.

Bajada de salarios mientras el grupo crece un 18%

Los sindicatos denuncian, en el preaviso a Fomento, que se destruye empleo y se trabaja de forma precaria mientras el Grupo Aena aumenta un 18% su productividad. «Existen centros de trabajo donde la precariedad laboral es extremadamente elevada, poniendo en peligro la seguridad de las operaciones, la calidad de los servicios y la existencia de cargas de trabajo inasumibles con el incremento de la actividad aeroportuaria, corriendo incluso peligro de cierre circunstancial», reza el documento.

En la carta, dirigida al secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda y presidente de ENnaire, Julio Gómez-Pomar, los tres sindicatos exigen que asuma «directamente su responsabilidad en la negociación».

En la misiva, recuerdan los ejes fundamentales de sus reivindicaciones: subida salarial, empleo, medidas sociales y de conciliación, así como la publicación en el BOE de la prórroga de la vigencia del I Convenio Colectivo del Grupo Aena, que recogía el acuerdo que propició la desconvocatoria de una huelga en febrero de 2015, como medida para hacer extensible esa estabilidad a las condiciones laborales.

La rebelión interna en Aena, por tanto, escapa de territorio catalán para contagiarse a todos los aeropuertos nacionales. Solo en el aeropuerto de Alicante –Elche un ERE hace dos años eliminó 40 puestos de trabajo. «Y dado que lleva dos o tres años con beneficios y mueve más de 12 millones de pasajeros al año, ya es hora de recuperar los puestos de trabajo perdidos», denuncia en Cadena Ser Javier Grau, secretario del Comité de Empresa del Aeropuerto de El Altet, en referencia al aumento de productividad de Aena en este aeropuerto levantino, mientras otros 320 trabajadores, desde bomberos a mantenimiento, piden mejoras laborales.

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