«El Reino Unido no saldrá de la Unión Europea»

Ann Pettifor, directora del Policy Research in Macroeconomics (PRIME) - Entrevista Parte III

«El Reino Unido no saldrá de la Unión Europea»

La economista que predijo la crisis financiera cree que hay demasiado en juego para que la Unión Europea y Reino Unido confirmen su separación; si bien cree que para evitarlo, desde las islas, van a tener que hacer amigos de nuevo.

Ann Pettifor, Directora del Policy Research in Macroeconomics (PRIME)

En esta última parte de la entrevista que mantuvo con EL BOLETÍN y de la que previamente se han publicado dos piezas; Ann Pettifor, quien tras la llegada de Jeremy Corbyn al liderazgo laborista, colabora con el Comité Asesor de Economía del partido británico, analiza las últimas elecciones y la situación actual de su país, así como las perspectivas respecto al Brexit.

Asimismo, comparte sus impresiones tras participar en El Escorial en el Curso de Verano de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) patrocinado por Podemos, «Transformar la Economía, Transformar la Sociedad».

Ha mencionado antes que el contexto actual, marcado por políticas que generan inseguridad como las de austeridad, hace que la gente tienda a buscar líderes aparentemente fuertes, como podría ser Trump… En este sentido, todo el mundo esperaba un gran resultado de May en las últimas elecciones, y sin embargo… ¿Qué ha ocurrido?

Creo que nuestro referéndum del Brexit fue nuestro equivalente a la victoria de Trump. Si te fijas en la distribución del voto, verás que el Brexit ganó gracias al voto no londinense, donde la gente quería permanecer en la UE porque tiene salarios más altos, son muy cosmopolitas, etc. Pero para la gente fuera de Londres la vida es muy dura. Además, en nuestro sistema electoral, si vives en el Noreste de Inglaterra, en una demarcación electoral más pobre, que ha votado laborismo durante 100 años, votas al laborismo y no significará ninguna diferencia. Sin embargo, en el referéndum, si votabas en contra del Gobierno, a favor del Brexit, estabas marcando una diferencia. De repente, tu voto cuenta.

Entonces llega esta elección y Jeremy Corbyn no es un hombre fuerte en el sentido en el que lo podría ser la Sra. Lepen. Es un buen hombre y a la gente le gusta porque no tiene vínculos con la City. Él no tiene a banqueros respaldándole. Es simplemente un hombre decente y honesto y tiene principios. Sabemos que ha estado contra las armas nucleares toda su vida y todavía encuentra difícil decir que pulsaría el botón nuclear, si fuese necesario. Pero lo que me ha impresionado de esta campaña es que la gente votó por el manifiesto, por su conjunto de propuestas, que fue muy popular. En Gran Bretaña no estamos acostumbrados a que los programas electorales sean ‘sexys’ y populares. Además, sucedió de una forma muy tonta porque alguien lo filtró esperando que la gente dijese: «oh, mirad todas estas políticas locas». Pero a la gente le gustó y demostró que la gente no es tonta: la gente no votó en base a la personalidad del candidato, votaron por las políticas porque les gustaron. A la gente le gusta el Sistema Nacional de Salud, se preocupa por la educación de sus hijos, quieren seguridad y que la policía se pueda ocupar del terrorismo; y no quieren que la gente muera por causa de un incendio en una torre. Los electores son muy inteligentes: ellos usaron la oportunidad del Brexit para, básicamente, mostrarles los dientes a los políticos; pero, esta vez, usaron la elección como una oportunidad de votar en favor de determinadas políticas.

Es cierto que las propuestas de los conservadores eran muy malas, con cosas como la caza del zorro y demás; pero es que ni tan siquiera se preocuparon de este asunto porque pensaban que las políticas ya no importan. Se limitaron a repetir consignas como «fuerte y estable». Para mí, lo que ha sucedido es algo maravilloso porque significa que hemos superado la era de Blair, quien solía decir: «no os preocupéis por las políticas, tan solo dadles proclamas y titulares. Ellos decidirán por la televisión, no por las políticas». Eso es muy condescendiente con el electorado y estas elecciones demuestran que hay que ser muy humilde porque entiendes que los electores son muy inteligentes.

Mucha gente dice que el de May es ya un gobierno muerto, un pato rengo, ¿hay que prepararse para unas nuevas elecciones?

El Gobierno de May es un pato rengo, pero una predicción que si haré con cierta confianza es que no saldremos de la Unión Europea.

¿Cómo es eso?

Hay dos motivos por los que lo pienso. En primer lugar, los banqueros no permitirán que eso suceda. Tienen mucho dinero y son muy poderosos. En segundo lugar, el partido conservador ahora se está partiendo por la mitad porque son una coalición entre los que representan a los muy ricos y los que no. El ministro de Hacienda, Philip Hammond, representa a la City y a los grandes intereses corporativos; y gente como David Davis (secretario de Estado para la salida de la Unión Europea) representa a la gente corriente que piensa cosas como que la inmigración está siendo mala para el país. Y ahora el Partido conservador se está partiendo por ahí y no tiene suficiente poder como para mantenerse unido. May no puede unir al partido ahora porque se le ha visto apoyar demasiado a la gente que está a favor del Brexit. Así que ahora hay más diputados a favor de Europa en el lado conservador y si los unes a los del Partido Laborista y a los Liberal Demócratas, no hay suficientes votos para el Brexit.

Pero el laborismo tampoco es que tenga una posición muy clara al respecto…

Sí, el laborismo está siendo muy ambiguo sobre Europa; pero todos somos ambiguos sobre la Unión Europea. Todos pensamos que es un proyecto maravilloso, pero no nos gusta la división. El hecho de que el Norte esté aplastando al Sur. ¿Quién querría participar en un club con matones en él? Todo el mundo se quejó sobre la campaña laborista al respecto de la UE, pero refleja más realistamente la visión del electorado porque el electorado es también ambiguo al respecto. Pero ahora, que los debates están yendo más al fondo de lo que implica y cuál sería el impacto de salir del mercado común, la mentalidad de la gente está cambiando. Esto ya lo vimos en las últimas elecciones. Además, hay muchos en la bancada laborista que no votarían a favor del Brexit, así que yo digo que no saldremos de la UE.

Suponiendo que eso pasara, ¿no cree que se generaría el riesgo de una reacción populista frente a los partidos mayoritarios por sentir que han traicionado la voluntad popular manifestada en el referéndum?

En mi opinión, la reacción populista es en realidad contra la globalización y el no tener controles sobre los flujos de capitales, comercio o inmigración y simplemente dejar que lo regule el mercado. No puedes hacer eso. Incluso la inmigración hay que gestionarla. ¿Hay suficiente vivienda para los inmigrantes? ¿Son esas viviendas decentes? Mucha de la gente que ha muerto en Grenfell Tower eran inmigrantes. Eso no se puede permitir. Así que tenemos que administrar los flujos de trabajo, capital y comercio. No se puede tener el caos en esos ámbitos, porque pienso que el Brexit, Trump y gran parte del voto fascista en Europa se explica en base a ese motivo: algo está fuera de control y nuestros políticos nos dicen que no pueden hacer nada. Entonces, si no pueden hacer nada, ¿para qué los elegimos? Es ahí cuando la gente escoge a alguien que sí hará algo.

Entonces, ¿cómo cree que se materializará este cambio respecto al Brexit? ¿Habrá un segundo referéndum?

Podríamos tener un segundo referéndum. O podría ser por la Cámara de los Lores… Antes de esta elección la Cámara estaba obligada a seguir a May por el resultado del referéndum, pero ahora ya no tiene un mandato para ello. Así que la Cámara de los Lores podría bloquearlo; pero, en cualquier caso, pienso que la Cámara de los Comunes la bloqueará también, así que aprobar esa legislación será extremadamente difícil.

Pero incluso en ese caso, la UE podría decir: «Oh, lo sentimos, demasiado tarde».

Quizá. Vamos a tener que restablecer relaciones y hacer amigos de nuevo, pero pienso que hay demasiado económicamente en juego para las dos partes. Los alemanes venden un montón de coches en Reino Unido. Y Reino Unido tendrá que cambiar su actitud hacia Europa y dejar de ser tan arrogante; dejar de venir aquí y decir a los europeos cómo tendrían que ser. Podría equivocarme. Sólo estoy haciendo esta predicción porque veo que en la Cámara de los Comunes no dan los números para aprobar la legislación necesaria para el Brexit. Los europeos podrían rechazarnos, pero siento que hay demasiado en juego. Para mí, la gran cuestión es que tenemos a EE.UU. con Trump en un lado y a China en el otro; y las dos son sociedades que tienen muy poco que ver con nuestro sistema del bienestar. Tenemos más en común entre nosotros que con los chinos o los estadounidenses.

Estamos viendo las divisiones en el partido conservador, pero ¿está el laborismo preparado para estar unido esta vez?

Este asunto me está resultando fascinante. Hay un ala del partido, llamada Progress, que es el ala Blairita del partido que estaba financiada por Lord Sainsbury, uno de nuestros millonarios, el de los supermercados del mismo nombre. Y la pasada semana, les retiró las 256.000 libras que les da cada año. Así que ahora han perdido a su mayor financiador y, por tanto, no es sólo que hayan perdido influencia política, están perdiendo dinero también. Pienso que los Blairitas están en retirada y van a tener que ser muy humildes. Por ejemplo en Glastonbury, Corbyn se dirigió a una multitud; por el contrario, hay fotos de Ed Balls, quien fue canciller en la sombra de Ed Milliband, y que defendía la austeridad, esperando en solitario en la cola para entrar al baño. Creo que es una imagen que nos dice algo del destino que le espera a las dos alas del partido. Es extraordinaria la cantidad de gente que se ha unido al laborismo. De repente, tenemos la mayor afiliación de cualquier partido político en Reino Unido y los Blaritas van a tener que pensar muy bien sobre sus políticas y cómo son percibidas por el público Así que no creo que tengamos las divisiones de antes de las elecciones que fueron horribles. El día antes de las elecciones, un exdiputado blairita llamado Charles Clarke salió en la televisión atacando abiertamente a Corbyn. Cuando yo era más joven, era una activista del partido; y, en aquellos momentos, si atacabas al líder, te habrían puesto virtualmente en la cárcel. Era considerado un pecado, y que alguien haya hecho eso el día antes de las elecciones es totalmente increíble; y, ¡Aún así, tuvieron el valor de hacerlo! Esto ya no va a pasar más. Aunque solo sea porque los medios tampoco los van a entrevistar más, porque ya no creen que tengan el apoyo.

No necesitaría Corbyn también cambiar alguna cosa… Me impactó mucho cuando dimitieron casi todos sus compañeros en el Consejo de Asesores Económicos: Blanchflower, Wren-Lewis…

Todos ellos renunciaron porque culparon a Corbyn del resultado del referéndum del Brexit. Me pareció indignante. En primer lugar, no creo que el primer ministro debiera convocar nunca un referéndum sobre una materia tan compleja. Fue irresponsable. David Cameron fue temerario y el motivo por el que lo hizo no fue por el interés del país, sino por el interés de su partido porque tenía a toda esta gente en favor del Brexit comiéndole el terreno; así que para satisfacerlos, convocaron un referéndum e hicieron una campaña horrible. George Osborne dijo a la gente: si no votáis a favor de permanecer en la UE, os doblaremos la austeridad. No puedes convencer a la gente amenazándola. Entonces pierden la consulta y la culpa se le echa a Corbyn. Ahí estoy en desacuerdo con mis colegas Danny Blanchflower, Mariana Mazzucato y Simon Wren-Lewis y les dije: «No creo que la campaña fuese particularmente brillante, pero culpar a Corbyn cuando realmente esto ha sido provocado por los conservadores es trágico». El mayor error que los Blairitas hicieron fue provocar una nueva elección de líder justo después del referéndum. El partido conservador yacía muerto en el suelo, sus líderes se estaban apuñalando los unos a los otros por la espalda… y en ese momento, nos dedicamos a atacar a nuestro líder. Esa maniobra fue liderada por una diputada llamada Margaret Hodge y fue un error estratégico tremendo de los Blairitas. Tuvimos una dolorosa y lenta elección de liderazgo; mientras permitimos que los tories se recuperaran. Los consejeros económicos cometieron el mismo error: en lugar de centrarse en quien tenía la verdadera culpa, culparon a Corbyn.

No quiero defender el liderazgo de Corbyn como perfecto. Lejos de eso hay mucho de lo que me tengo que quejar del liderazgo del partido laborista: por ejemplo, pienso que son muy convencionales cuando hablamos de Economía. Pienso que son muy conservadores. Me gustaría que fuesen más audaces y que prestaran atención al sector financiero porque centran esencialmente su atención en las cuestiones sociales. Así que no estoy diciendo que sean perfectos, pero en ese contexto, si te gusta pensar en la política como una guerra por otros medios, el enemigo se está haciendo daño a sí mismo, atacándose entre ellos, y no usamos esa oportunidad. Ese es el mayor error que se puede cometer en política, y para los blairitas va a ser muy difícil recuperarse de eso.

Podría profundizar algo más en estas políticas audaces que le gustaría ver en las propuestas económicas de los laboristas…

Como sabes aconsejo al partido laborista y a ellos les gusta hablar de subir los impuestos. Y yo les digo: «No, no, no, no necesitáis subir los impuestos. ¿Sabéis que necesitáis hacer? Necesitáis aumentar el empleo y, sobre todo, los empleos de calidad. ¿Por qué? Porque un empleado al que le pagan bien, paga más impuestos y así podréis disminuir la deuda». Así que la mejor forma de subir la recaudación es subir los salarios y aumentar el empleo. En el curso de El Escorial, estuve escuchando a un diputado de Podemos (en la Comunidad de Madrid), Eduardo Gutiérrez, y nos contaba lo impactantes que son aquí las estadísticas salariales por su caída dramática. Eso es lo que está haciendo daño al Gobierno, a los bancos y a la gente. Es como una herida auto inflingida en el Gobierno y en los bancos. Por no hablar de lo que le está haciendo a los jóvenes, a la juventud española que no tiene trabajo; desde luego no buenos trabajos. Este fenómeno también lo tenemos en Gran Bretaña: nuestro Gobierno alardea de que tenemos pleno empleo; pero la gente joven tiene trabajos a tiempo parcial o los llamados contratos de cero horas. Y su ambición es convertirse en barista; ser tan habilidosos que puedan servir café de alta calidad. Bien, creo que a todos nos gustaría que nuestros jóvenes tuviesen ambiciones incluso mayores que esa. Aprecio un buen café tanto como cualquiera, pero me gustaría ver a nuestros jóvenes convertirse en arquitectos, matemáticos, ingenieros, filósofos y artistas.

Así que todos esos comentarios sobre la falta de coordinación y eficiencia en el equipo de Corbyn ¿tenían algo de substancia o eran sobre todo ruido?

Tenían algo de substancia, pero necesitas saber también que tenían muy pocos recursos. Sé a través del equipo de tesoreria que cuando fueron elegidos y llegaron a las oficinas del partido en la Casa de los Comunes, todos los ordenadores se los había llevado el equipo anterior. Cosas mezquinas como esas. Así que tuvieron que empezar de cero y empezar también a contratar a gente, y tenían dificultades con las propias oficinas centrales del Partido. Así que no estoy diciendo que no lo podrían haber gestionado mejor, pero fue duro. Ahora que tienen un mayor porcentaje de voto, tendrán más dinero y podrán ser más eficientes. Pienso que parte de las críticas fueron injustas dada la dureza de la transición. Además, hubo mucho racismo en los ataques que recibieron que fueron realmente irracionales como los recibidos por Diane Abbot. No estoy sugiriendo ni por un momento que todo lo hicieran bien, pero lo que sí tienen son principios de decencia y honestidad y el electorado está hambriento de ese tipo de políticos.

En la Universidad de Verano de El Escorial, ha participado en un seminario sobre políticas económicas con Podemos, partido que ha sido comparado con fenómenos como el de Corbyn… incluso en las críticas que recibe… ¿Cuál es su opinión?

-Para ser honesta, sé muy poco de la política interna de Podemos y no quiero comentar sobre ellos por ese motivo; pero lo que me ha impresionado es que ellos hacen estas escuelas de veranos y se toman todas estas cuestiones muy en serio. Por lo menos, los asesores lo hacen. No estoy tan segura de que los políticos entiendan la economía y las finanzas y las políticas que son necesarias para que Podemos tenga éxito. Pienso que a veces la política es demasiado ‘sexy’ por si misma y que hay menos interés en la ardua tarea de tener unas políticas económicas correctas, pero lo que he visto esta semana es la seriedad con que están tratando algunas de las cuestiones económicas y eso me hace ser optimista.

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