La nueva normativa de provisiones, ¿más ruido que nueces?

Bancos europeos

La nueva normativa de provisiones, ¿más ruido que nueces?

Los bancos deberán realizar menos provisiones de las inicialmente previstas para enfrentarse a la temida IFRS 9.

Banco de Espana

La nueva normativa de provisiones que entrará en vigor el 1 de enero del próximo año –la denominada IFRS 9– provocó no poco temor sobre el impacto que podría tener en el sector financiero europeo, lejos todavía de haber recuperado la pujanza anterior a la crisis, pero según se va acercando la crítica fecha todo parece indicar que la sangre no llegará al río, con unos impactos más o menos manejables.

En España, por el momento, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ya señaló durante la reciente presentación de los resultados trimestrales del banco que la IFRS 9 tendrá un impacto “muy pequeño”, de entre 15 y 20 puntos básicos, sobre la ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ de la entidad, que se situaría entre el 11,15% y el 11,30% con la aplicación de la nueva normativa, muy por encima de los requerimientos regulatorios del BCE.

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, por el momento es más cauteloso, aunque tampoco parece excesivamente preocupado. “Existe un borrador de junio y todavía hay mucha tela que cortar”, señaló el pasado miércoles. “Lo estamos analizando todo, aunque, en principio, valoramos la asunción de un 12% de provisiones”, añadió.

Pero no sólo los bancos españoles han dejado de poner el grito en el cielo ante la nueva normativa, sino que en toda Europa entidades y autoridades rebajan drásticamente el impacto esperado en el sector. La Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés) estima un incremento de las provisiones de un 18% una vez que entre en vigor la IFRS 9, cuando en noviembre del año pasado calculaba un incremento del 30%.

Esta revisión a la baja que ha realizado la EBA tras encuestar a 50 entidades de la región, se explica por varios factores, entre los que la autoridad nombra “los avances de los bancos en la implementación” de la normativa durante los últimos dos años y “la mejora en las condiciones económicas”. También hay que tener en cuenta un ligero cambio en la metodología de cálculo respecto a noviembre en la encuesta para que fuera más precisa.

Lo que no ha cambiado es la estimación de 1,06 billones de euros en préstamos incobrables que pesan sobre el balance de los bancos europeos, que sigue causando inquietud en los supervisores.

La llegada de la IFRS 9 obligará a los bancos a hacer provisiones para pérdidas esperadas a futuro, en vez de para pérdidas reales ya sufridas. Los reguladores confían en que este cambio desde las ‘pérdidas incurridas’ a las ‘pérdidas esperadas’ evite problemas ocurridos durante la crisis y mantenga a los bancos debidamente capitalizados en el caso de una recaída.

Más información