Volkswagen defiende el intercambio entre automotrices en el escándalo por cártel

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Volkswagen defiende el intercambio entre automotrices en el escándalo por cártel

"Estamos bien asesorados para no participar en especulaciones".

Volkswagen

La automotriz alemana Volkswagen (VW) se defendió ayer de las acusaciones que la vinculan a un presunto cártel empresarial formado desde los años 90 junto a otras fabricantes de ese país al considerar que el intercambio entre automotrices es «habitual en todo el mundo». Según informó la empresa tras una reunión de crisis de su junta directiva, esos intercambios benefician a los clientes «debido a que las innovaciones están disponibles más rápidamente y a más bajo precio que los desarrollos individuales», y citó como ejemplo la estandarización de cargadores para autos eléctricos.

Más temprano, el grupo automovilístico Daimler, propietario de Mercedes, había evitado pronunciarse sobre el escándalo durante la presentación de los resultados del segundo trimestre del año, que marcaron un nuevo récord.

La compañía calificó de «especulaciones» las noticias publicadas en los últimos días en las que se acusaba a Daimler de articular un entramado secreto con Volkswagen, Audi, Porsche y BMW en el que se cerraban pactos sobre desarrollos tecnológicos, costes y proveedores.

«Estamos bien asesorados para no participar en especulaciones», señaló el presidente de la junta directiva de la automotriz, Dieter Zetsche, en una rueda de prensa.

Casi dos años después de que saltase a la luz el escándalo de manipulación de emisiones de Volkswagen que afectó a unos once millones de vehículos en el mundo, las sombras de duda amenazan con empañar de nuevo el prestigio de la industria automovilística alemana.

Desde que la semana pasada la revista «Der Spiegel» desvelase el presunto cártel empresarial, numerosas voces, tanto del ámbito político como diferentes representantes de centrales sindicales, han pedido un rápido esclarecimiento de lo ocurrido.

Por el momento, el Gobierno alemán que lidera la canciller Angela Merkel no ha tomado cartas en el asunto y este lunes anunció que dejará en manos de las autoridades europeas de la competencia el esclarecimiento del presunto cártel empresarial formado por las principales automotrices germanas.

No obstante, se espera que el tema se trate en la llamada «Cumbre del Diésel», prevista para el próximo 2 de agosto para abordar la reducción de emisión de gases, y en la que participarán miembros del Gobierno central, de los estados federados y también representantes de la industria del automóvil.

Por su parte, la Comisión Europea está considerando una acusación contra las principales automotrices alemanas.

«Der Spiegel» indicó que de más de 200 trabajadores de las cinco fabricantes alemanas se reunían desde los años 90 de forma secreta para acordar detalles relativos al desarrollo de los automóviles, tanto de tipo tecnológico como referentes al sistema de emisión de gases en vehículos diésel.

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