Los parados que llevan más de cuatro años sin empleo se multiplican por cinco en una década

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Los parados que llevan más de cuatro años sin empleo se multiplican por cinco en una década

Cuatro de cada 10 parados mayores de 50 años lleva buscando empleo más de cuatro años, según un informe de la Fundación BBVA.

Oficina de empleo

Hace 10 años, justo antes de que estallara la crisis, solo el 5,5% de la población parada llevaba buscando empleo cuatro o más años, cifra que se elevó al 13,3% en 2013 y que en 2016 se disparó hasta suponer el 24,1% del total de los parados. Los mayores de 50 años son los más afectados por esta situación: el 39,2% de los desempleados que superan esa edad lleva buscando empleo más de cuatro años, frente al 10,6% de la población joven. Estas son algunas de las conclusiones más destacadas de un informe elaborado por la Fundación BBVA-Ivie. “La tasa de paro general de la economía se ha multiplicado entre 2007 y 2016 por 2,4, pero la de larga duración lo ha hecho por 5,8”, señala el documento que recuerda que el paro de larga duración se ha agravado a pesar de que la tasa de desempleo se ha reducido en 6,5 puntos, desde el 26,1% de 2013.

Asimismo, la población parada que lleva buscando empleo menos de un año, que en 2007 representaba el 76,3% de los desempleados, se ha reducido paulatinamente hasta un 41,6% en 2013, el peor momento de crisis en términos de empleo, y en 2016 se mantiene prácticamente en el mismo nivel.

“La mejora económica, y en particular el crecimiento del empleo, se centra en unos grupos poblacionales pero excluye a otros. Esta situación supone una fijación del desempleo en determinados colectivos que pueden verse abocados a la pobreza debido a la imposibilidad de escapar del desempleo”, advierte el informe.

A juicio de los autores del documento, los motivos por los que la población de mayor edad es la más vulnerable al desempleo de larga duración son varios. En primer lugar presenta niveles de cualificación por debajo de la media de los parados. En 2016, el 65,6% de los desempleados de 50 o más años posee como máximo nivel de estudios obligatorios, mientras que en el caso de la población más joven este porcentaje es del 48%. Por otro lado, tan solo el 8,9% de los parados de 50 o más años posee estudios universitarios, porcentaje que aumenta hasta el 15% en la población parada más joven. La edad en sí misma se convierte en el segundo de los elementos que dificultan la inserción laboral.

“El aumento del desempleo en un grupo de población que representa el 25% de los parados, conduce a un aumento muy sustancial de los niveles de desigualdad”, explica el informe. Estos datos reflejan que la mejora económica, y en particular el crecimiento del empleo, está dejando de lado a un colectivo muy importante de la población, con una situación laboral muy difícil de revertir. Por ello, los autores recomienda que las políticas públicas de inserción laboral consideren de forma amplia la situación del grupo poblacional con más serias dificultades para salir de la situación de desempleo y que en su mayor parte posee cargas familiares.

Comunidades autónomas

La situación es más grave en algunas comunidades autónomas. De hecho, el incremento en el tiempo de búsqueda de empleo y el gran número de personas que buscan empleo desde hace cuatro o más años es más pronunciado en Canarias, el Principado de Asturias, Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha y La Rioja, con una tasa superior al 25%.

Illes Balears, Comunidad Foral de Navarra y Aragón no superan el 20% de parados en esta situación. Las regiones con mayor renta per cápita son las que presentan un menor porcentaje de parados buscando empleo desde hace cuatro años o más.

Toque de atención del Banco de España

El pasado mes de mayo, en su ‘Informe Anual 2016’, el Banco de España instaba al Gobierno a dedicar especial atención a reducir el paro de larga duración. “La incidencia del paro de muy larga duración, definido como aquella situación de desempleo que perdura más de dos años, es aún muy elevada (40% del total de parados). Estos datos muestran las dificultades de amplios colectivos de desempleados para beneficiarse de la fase de recuperación económica y el riesgo de que sean desplazados del mercado de trabajo de manera permanente”, indicaba en el documento.

Al respecto, el supervisor bancario recordaba que “existe margen para reforzar las políticas de orientación a los parados y concentrar los esquemas de bonificación a la contratación, prioritariamente en los colectivos con menor empleabilidad”. Por ello, aconsejaba “profundizar en el nuevo diseño de las políticas de orientación y acompañamiento de este tipo de desempleados, en línea con las actuaciones emprendidas en los últimos años, con el objetivo de aumentar la colaboración con el sector privado”.

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