El gasto en educación explica las diferencias autonómicas en abandono escolar

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El gasto en educación explica las diferencias autonómicas en abandono escolar

La tasa de abandono temprano de educación en España es la segunda más alta de la UE, solo superada por Malta

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La tasa de abandono temprano de educación se sitúa en España en el 19%, lo que significa que casi una quinta parte de los jóvenes de entre 18 y 24 años no tiene un nivel de educación mínimo. Investigadores de la Universidad de Valladolid han llevado a cabo un estudio que revela que comunidades como Baleares, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura cuentan con las tasas de abandono más altas. En cambio, Navarra y País Vasco se sitúan más cerca de la media europea.

El abandono temprano de la educación y la formación (ATEF) constituye un grave problema en España. Según el último dato disponible, correspondiente a 2016, esta tasa se sitúa en el 19%, lo que significa que casi una quinta parte de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años no tiene un nivel de educación mínimo.

“El dato es preocupante porque es el segundo más alto de toda la Unión Europea, solo superado por Malta”, explica Siro Bayón, investigador de sociología de la Universidad de Valladolid , quien subraya que esta tendencia viene de lejos y se manifiesta en otros muchos indicadores educativos.

La UE ha marcado la reducción del ATEF como objetivo prioritario para el continente, con miras a situar este indicador, de forma general, por debajo del 10% de cara al 2020. La media europea de esta tasa fue del 10,7% 2016.

Cada Estado ha marcado un objetivo específico acorde con su contexto, y, en el caso español, el objetivo para el año 2020 es reducir este índice al menos hasta el 15%.

“Desde que se planteó la reducción del ATEF como objetivo prioritario, España ha estado siempre como uno de los países con una tasa más alta”, recalca Bayón.

No obstante, desde el año 2008, la tasa ha experimentado un periodo de continuo y notable retroceso, sustentada, según los expertos, en el deterioro de la oferta de empleo de baja cualificación como consecuencia de la crisis económica, que ha afectado especialmente al sector de la construcción.

Todos estos factores, unidos a las profundas diferencias autonómicas que registra España en torno a este problema, convierten al ATEF en un objeto de estudio especialmente complejo.

Según el investigador, «mientras que comunidades como Baleares, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura cuentan con tasas promedio de abandono escolar muy altas, por encima del 35%, entre 2001 y 2011; otras como Navarra (18%) y País Vasco (14,2%) se sitúan más cerca de la media europea.

El efecto de los recortes presupuestarios

De entre todas las variables analizadas, la mayor o menor inversión de recursos públicos en educación ha sido la más significativa para explicar el fenómeno. “En los últimos años se ha adoptado una política de recortes presupuestarios que es contraria al objetivo de reducción del ATEF», dice el autor.

En su opinión, «si se quiere potenciar un modelo productivo basado en el conocimiento, no podemos articular políticas presupuestarias que comprometan el gasto en educación, ya que incurrimos en una contradicción evidente. Por otro lado, las diferencias regionales en el gasto público que se destina a la educación concertada merece una reflexión acerca de la necesidad de impulsar medidas que promuevan un acceso equitativo a una educación pública de calidad”, considera el experto.

También han resultado significativos los resultados que aportan las variables relacionadas con el contexto económico. El equipo apunta que tanto el PIB per cápita como la tasa de paro permiten concluir que el ciclo expansivo de la economía ha podido ejercer un efecto de atracción hacia el mercado laboral.

“Estos resultados plantean la necesidad de impulsar políticas de becas y ayudas al estudio que aminoren el coste de oportunidad de no acceder tempranamente al mercado laboral. Debemos articular incentivos para que los jóvenes opten por invertir en su educación y su formación”, agrega.

En último lugar, la importancia de los factores sociales emplaza a desarrollar una mayor coordinación entre las políticas económicas, educativas y sociales.

Las medidas y programas adoptados en el periodo estudiado, como el Programa de Cooperación Territorial para la Reducción del Abandono Temprano de la Educación y la Formación parecen, a juicio de los investigadores, haber pasado a un segundo plano y poco se puede saber de su continuidad, intensidad y resultados. Por ello, recalcan que es preciso mejorar el seguimiento y evaluación de las acciones y programas llevados a cabo.

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