Rivera arranca a Montoro deducciones para cuidadores mientras el Estado sigue recortando en Dependencia

Dependencia

Rivera arranca a Montoro deducciones para cuidadores mientras el Estado sigue recortando en Dependencia

Se ayudará a personas con dependientes a cargo aunque tengan rentas altas, mientras el sistema de Dependencia, que sí es progresivo, sigue congelado.

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno con Albert Rivera, presidente de Ciudadanos

Ciudadanos ha condicionado su apoyo al Gobierno en el techo de gasto a una rebaja fiscal que costará 2.000 millones de euros. Según los cálculos del Ejecutivo y del partido de Albert Rivera, 3,5 millones de personas se beneficiarán de alguna de las medidas ideadas para aliviar a las rentas más bajas.

Sin embargo, una de esas iniciativas es una deducción de 1.200 euros anuales en la declaración de la renta de las personas con ancianos o personas discapacitadas a su cargo, o familias numerosas. Según explicó el responsable económico de Ciudadanos, la medida se traduce en una bonificación de 100 euros al mes para medio millón de personas.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicaba el viernes que se trata de un “impuesto negativo” que introduce “la edad y el cuidado del mayor” en el sistema contributivo, y Ciudadanos entiende que es “mejor que las ayudas a la dependencia porque no crea incentivo negativo, ya que no hay que dejar de trabajar para tener apoyo por estar a cargo de cuidar a dependientes”, en palabras de Garicano.

La realidad es que este cheque para contribuyentes con familiares a cargo se quedará con un 40% (unos 830 millones de euros según Gestha) del presupuesto de la reforma anunciada a bombo y platillo por Ciudadanos, y no se repartirá de forma progresiva, al tratarse de un impuesto negativo que queda garantizado independientemente del nivel de renta.

La otra cara de esta moneda es que el presupuesto estatal destinado al programa de Ayuda a la Dependencia, que sí se distribuye de acuerdo a los ingresos y patrimonio de cada receptor, no logra abastecer a la ingente demanda ni se recupera de los sucesivos recortes. Los últimos datos apuntan a que 36.000 dependientes morirán este año sin haber recibido la prestación a la que tenían derecho, después de que el programa acumule recortes de 3.000 euros desde 2011 sólo en la parte que corresponde al Estado (teóricamente un 50% de las ayudas totales, que deben completar las autonomías).

Los Presupuestos Generales del Estado de 2017 reservan para la Dependencia 1.355 millones de euros; 100 millones más que el ejercicio anterior. Pero la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales calificaba de “migaja” una subida que deja a 335.201 personas en lista de espera a pesar de tener derecho a unos cuidados que sus ingresos no les permiten disfrutar. Más de un tercera parte de ellas, 121.588, son dependientes con Grado II o III (Dependientes Severos y Grandes Dependientes).

Para rentas bajas pero sin depender de los ingresos

Todos estos datos evidencian lo difícil que resulta que las iniciativas políticas pretendidamente sociales acaben por dirigirse, efectivamente, a ayudar a los que menos tienen. Los números indican que es más barato ofrecer cheques personales que asegurar unos servicios asistenciales que ya están recogidos en la Ley de la Dependencia. Aunque para cuidadores con ingresos la bonificación ideada por Ciudadanos suponga un alivio, 100 euros al mes no solucionan el estado de miles de dependientes con ingresos bajos o medio-bajos que necesitan atención permanente.

El cheque de 1.200 euros de media que percibirán desde 2018 unas 750.000 personas con cónyuge con discapacidad a cargo, ascendiente anciano a cargo o deducción adicional al cuarto hijo funciona como la actual ayuda a madres de hijos menores de tres años, y se percibe de forma directa, aunque se disfrute de unos ingresos muy elevados o se posea patrimonio.

Para Ciudadanos, la reforma fiscal consensuada con el Gobierno es la segunda de sus tres grandes iniciativas para el complemento salarial garantizado de su programa electoral. El primero de ellos fue el complemento salarial para jóvenes, al que sigue esta segunda fase en forma de impuesto negativo para personas con dependientes a cargo. La última es la rebaja del IRPF a las rentas bajas, que sí tiene un diseño progresivo.

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