La UE deberá construir una potente red de fibra óptica para crear la alternativa a la City tras el Brexit

La UE deberá construir una potente red de fibra óptica para crear la alternativa a la City tras el Brexit

Los cables submarinos instalados en los ochenta otorgan a Londres una ventaja competitiva sobre la Europa continental.

Banco Central Europeo BCE

La salida de Reino Unido de la Unión Europea obligará al bloque común a buscar un nuevo centro financiero diferente de la City londinense. Pero el traslado va más allá de mover empleados y abrir oficinas, sino que requerirá un esfuerzo en infraestructuras más que considerable en el que emerge un factor clave: la fibra óptica.

Tal y como reconoce el Banco Central Europeo (BCE) en un informe sobre el rol internacional del euro, los cables submarinos de fibra óptica suponen un factor crítico a la hora de determinar la fuerza competitiva de los centros para el intercambio de divisas. Por ello, a partir de 2019, cuando el Brexit sea una realidad, si Europa quiere trasladar las operaciones de cambio de monedas en euros desde Londres deberá construir una red de cables de tamaño similar a la que tiene la City.

La decisión del BCE de examinar el traslado del comercio de divisas en euros desde Londres, el mayor centro de intercambio de monedas del mundo, agrega otro problema a las negociaciones del Brexit que se acaban de iniciar, apunta el diario británico Financial Times. La capital de Reino Unido representa aproximadamente el 43% de las transacciones en el extranjero relacionadas con el euro, de acuerdo con los cálculos del BCE.

Pero aunque el BCE ya se ha movido para trasladar las actividades de ‘clearing’ al continente, el informe advierte de las limitaciones físicas que dificultan la mudanza. “La evidencia anecdótica obtenida de los participantes del mercado de que los cables comerciales de Londres y su mayor atracción, combinadas con la inercia institucional, significan que cualquier cambio a Europa continental después del Brexit sería gradual”, reconoce la institución que preside Mario Draghi.

El comercio electrónico ha transformado el mercado de divisas, permitiendo a inversores y empresas intercambiar millones entre continentes en fracciones de segundo. Pero, como reconoció el BCE, la gran ventaja incorporada de la City fue la colocación de cables submarinos de fibra óptica en los años ochenta.

Los centros financieros junto a los océanos tienen una ventaja “porque están directamente conectados a la troncal de Internet, a expensas de ciudades sin litoral como Zúrich”, apunta el informe del BCE. Según las estimaciones de la institución, “las conexiones por cable han aumentado la participación en la facturación mundial de Londres, el mayor centro comercial del mundo, hasta un tercio”.

Actualmente, la mayoría de la infraestructura crítica de Europa para el comercio de divisas, así como acciones y derivados, se agrupa en un radio de 50 kilómetros alrededor de Londres.

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