Alemania vota en el Parlamento sobre el matrimonio homosexual

Matrimonio gay

Alemania vota en el Parlamento sobre el matrimonio homosexual

Angela Merkel a principios de esta semana ha propiciado, en tiempo récord, la iniciativa sobre casamiento homosexual

Bundestag

A tres meses de las elecciones generales en Alemania, los diputados votarán este viernes en el Parlamento, el Bundestag, una reforma del código civil que allana el camino para la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Un giro inesperado de la canciller Angela Merkel a principios de esta semana ha propiciado que, en tiempo récord, la iniciativa sobre casamiento homosexual se someta a debate en la Cámara baja.

En menos de 24 horas y tras verse presionada por su socio menor en el Gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), así como por otras fuerzas de la oposición, como Los Verdes, la dirigente provocó un terremoto político en Alemania.

Primero sorprendió el lunes por la noche al despegarse de su habitual «no» rotundo al que tenía acostumbrados a los votantes cuando se le preguntaba por el matrimonio homosexual.

Al día siguiente, volvió a acaparar titulares al anunciar que daría libertad de voto a los miembros de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), para encarar la votación parlamentaria sobre el casamiento de personas del mismo sexo.

Merkel enterraba así de un plumazo su oposición categórica al matrimonio homosexual a la que se encomendó durante años como líder de la CDU, una formación conservadora que defiende a ultranza la familia tradicional.

«Desde hace muchos años estoy convencida de que en parejas del mismo sexo priman los mismos valores que en aquellas formadas por un hombre y una mujer: el amor, el cuidado y la responsabilidad por el otro y por los hijos», apuntó en una entrevista concedida a la revista «Wirtschaftswoche» este miércoles, en lo que muchos en Alemania perciben como un magistral ejercicio de transformismo político.

El viraje dado por la canciller en un país que desde hace meses se encuentra oficiosamente en campaña electoral ha avivado de nuevo las voces críticas que acusan a Merkel de hundir a sus socios de Gobierno y a los partidos de la oposición al asumir como propios puntos programáticos de sus rivales, sabiendo sacar rédito político ante el electorado.

Así ocurrió en 2011 cuando tras la catástrofe ocurrida en Fukushina (Japón) Merkel ordenó el apagón nuclear en Alemania, apropiándose de la columna vertebral del programa de Los Verdes. En la actual legislatura, la dirigente tampoco tuvo remilgos al aprobar bajo su mandato el salario mínimo, una tradicional reivindicación del Partido Socialdemócrata.

En la última semana había aumentado de forma considerable la presión sobre los conservadores de Merkel en relación con la equiparación de derechos en Alemania para parejas entre personas del mismo sexo.

El domingo, en un Congreso extraordinario, el SPD fijó el matrimonio homosexual como condición para renovar una nueva alianza tras las elecciones legislativas que tendrán lugar en septiembre.

Además, hace poco más de una semana, el Tribunal Constitucional alemán rechazó la solicitud de urgencia presentada por el partido opositor Los Verdes que buscaba forzar una votación parlamentaria sobre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo antes de las próximas elecciones generales del 24 de septiembre.

Desde hace años, las formaciones que ocupan la bancada de la oposición, Los Verdes y el partido La Izquierda, junto con el Bundesrat -la Cámara de representación de los estados federados- persiguen que se apruebe un proyecto de ley que equipare los derechos de todos los ciudadanos al matrimonio, independientemente de su orientación sexual.

No obstante, el partido conservador que dirige Merkel se ha resistido a aprobarlo. De ahí que el giro dado por Merkel haya causado malestar en las filas de su propia formación.

El presidente de la fracción parlamentaria de la CDU, Volker Kauder, llamó a los diputados conservadores a participar en la votación de manera masiva. Aquel que rechaza la equiparación total de los homosexuales con el matrimonio de una mujer y un hombre deberá respetar a los que opinen diferente, declaró, al mismo tiempo que anunció que él mismo votará «no».

Dentro de la fracción parlamentaria conservadora se calcula que entre dos tercios o tres cuartas partes de los 309 diputados de la CDU y su partido hermanado, la Unión Cristianosocial (CSU), votarán «no».

Alemania permite desde 2001 las uniones civiles de personas del mismo sexo pero los homosexuales casados no gozan de plena igualdad jurídica y se les niegan determinados derechos, por ejemplo, en áreas como la adopción.

El matrimonio homosexual con plenos derechos está aprobado en otros países europeos, como España, Portugal, Noruega o Luxemburgo.

Una encuesta publicada en enero por la Oficina Federal Antidiscriminación reveló que un 82,6 por ciento de los alemanes está a favor de permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.

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