Señor ministro de Hacienda y Función Pública, sin merma de reconocerle sus méritos y capacidades, sin discutirle la limpieza de su acceso en 1989 a la cátedra de Hacienda Pública de la Universidad de Cantabria de la que desde entonces está excedente, igual que el presidente Mariano Rajoy de su plaza de registrador de la propiedad de Santa Pola, sin esperar a que el Congreso le declare réprobo, queremos afearle su vacile al utilizar datos de la Agencia Tributaria para los fines políticos convenientes al PP de manera procaz y oportunista, como le reprochaba ayer David Trueba.
El principal índice de la Bolsa española empezó impasible la semana pese al ataque de Irán al país hebreo, pero finalmente cayó con fuerza…