Luis Bárcenas solo ha cumplido en parte su intención de no declarar, ya anunciada, en la comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre la supuesta financiación ilegal del PP. El extesorero ha permanecido prácticamente impasible ante las preguntas de la primera intervención, de Isabel Rodríguez en representación del PSOE. Sólo ha hecho breves apuntes sobre inexactitudes, en su opinión, de las preguntas y declaraciones de la diputada.
Pero ante Unidos Podemos no ha logrado permanecer tanto tiempo callado. Cada portavoz cuenta con 20 minutos para interrogar a Bárcenas hoy en la Cámara baja, y ese lapso parece haberse hecho más largo para el exsenador del PP ante las preguntas de Irene Montero, portavoz de Podemos. En primer lugar, Bárcenas ha roto su silencio pare responder sobre el funcionamiento de la justificación de gastos de campaña ante el Tribunal de Cuentas, según establece la ley de partidos, para recibir la financiación pública correspondiente a los resultados electorales. Ha aclarado que de eso se encargan “el tesorero y el gerente”.
“El tesorero era el encargado de calcular y apuntar los escaños, y pedir la financiación bancaria”, ha referido de su época como gerente del PP, asegurando que “evidentemente yo ayudaba al tesorero en la elaboración de los presupuestos”.
La segunda pregunta respondida ha sido menos procedimental: “En ningún caso. Me quedé con cero euros”, respondía Bárcenas a la pregunta de si se había lucrado con dinero del partido. Montero atacaba entonces cuestionando si admitía entonces la existencia de la financiación opaca: «¿Cobró usted cero euros de la caja B del partido?». “De fondos del partido, en general, me refiero a eso”, ha esquivado el extesorero.
A continuación, la portavoz morada ha cuestionado cómo Bárcenas llegó a acumular un patrimonio personal de 70 millones de euros en cuentas suizas. Bárcenas ha respondido que su fortuna fue fruto “de una cuantionsa actividad profesional que me permitió una situación patrimonial tan desahogada”. Y acto seguido añadí: “En todo caso, algo parecido a lo del señor Monedero con los cobros de Venezuela, ¿eh?”, atacaba el también exsenador del PP.
Montero ha defendido que en el caso de Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, “está todo en curso” mientras que en el caso de Bárcenas hay múltiples procesos judiciales abiertos.
“Yo no soy culpable de que ustedes hayan hecho esta comisión cuando esto se está investigando en sede judicial”, ha replicado molesto Bárcenas, y con más acritud hasta el momento ha culpado a la oposición de haberle llamado a declarar al Congreso en el día de hoy. “Yo estaré encantado, cuando se resuelva en sede judicial, de venir aquí y dar todas las explicaciones”, ha afirmado. “Pero prima mi derecho a la defensa por encima de la soberanía popular”, ha concluido.
Por último, en esta primera ronda de preguntas, Bárcenas solo ha vuelto a intervenir para defender que no se personó contra el PP en el caso de los ‘papeles de Bárcenas’ por una cuestión de fondos para costearlo: “No quería ir acumulando procedimientos, sino concetrarme en Gürtel”, ha aclarado. Y ha añadido que “tampoco es muy importante que yo me sume a las personaciones” porque el caso seguirá adelante con otras acusaciones, “como la de Izquierda Unida”, “y no es relevante que yo lo deje por no tener recursos económicos”.
Ambas diputadas, del PSOE y de Unidos Podemos, han lanzado al extesorero multitud de preguntas sobre los presuntos cobros de altos cargos de PP en sobres de dinero negro, sobre el desvío de donaciones de empresarios por adjudicaciones amañadas hacia las campañas electorales del PP o sobre el pago de gastos corrientes entre los que se ha destacado la obra de la sede popular de Génova, investigada por haber sido financiada en B.
Los principales nombres referidos para acusarlos de posibles responsabilidades políticas han sido el del propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también en su época de secretario general del PP; el de María Dolores de Cospedal, Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas o Ángel Acebes, como sucesivos máximos responsables del Partido Popular, además de Lapuerta y Naseiro como extesoreros o el propio expresidente del Gobierno José María Aznar.
