El envejecimiento de la población en España sigue avanzando a un ritmo imparable mientras la tasa de natalidad continúa en caída libre. El año pasado nacieron un total de 408.384 niños, un 2,8% menos que el año anterior y su cifra más baja desde 2001, según datos provisionales publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El desplome del número de nacimientos ha sido más acusado en los últimos ocho años. Desde 2008, año en el que se registró un máximo en 30 años con 520.000 niños, el número de nacimientos ha caído un 21,4%. En 2016, además, también se registró un récord histórico en la edad media a la maternidad al situarse en 32 años.
Como consecuencia, la tasa bruta de natalidad en España marcó el pasado año su mínimo desde que hay datos (1975), con 8,8 nacidos por cada 1.000 habitantes. Hace 42 años esta tasa era de 18,7 por cada 1.000 habitantes.
Paralelamente, el número de fallecimientos se ha ido reduciendo año tras año y en 2016 registró el mayor descenso interanual en una década: 409.099 muertes un 3,2% menos que en 2015. La esperanza de vida también está en máximos históricos ya que subió en 0,5 años hasta los 83,2 años.
El saldo vegetativo de la población española (diferencia entre nacimientos y defunciones de residentes) fue, por tanto, negativo por segundo año consecutivo. Hubo 259 defunciones más que nacimientos.
La edad media de la población de España también prosigue su escalada. En 2016 fue de 42,7 años frente a los 42,5 de 2015, los 40,3 de 2005 o los 32,9 de 1975.
Por otro lado, el número de matrimonios aumentó un 2% hasta 172.243 y encadena tres años al alza. La tasa bruta de nupcialidad aumentó una décima, hasta 3,7 matrimonios por 1.000 habitantes. Los matrimonios católicos siguen a la baja y en 2016 representaron solo el 27% del total.
