Cómo se usan Facebook y Twitter para manipular a la opinión pública

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Cómo se usan Facebook y Twitter para manipular a la opinión pública

“La propaganda computacional es una de las herramientas más poderosas contra la democracia”, señala la Universidad de Oxford en un estudio en el que pide a las redes sociales más mano dura para frenar la desinformación.

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La propaganda política está inundando las redes sociales para manipular a la opinión pública en todo el mundo. Así lo confirman una serie de estudios publicados por la Universidad de Oxford en los que se analiza cómo ‘bots’ y trolls’ de Facebook y Twitter intentan moldear los puntos de vista de los internautas.

En concreto, los expertos han investigado los que denominan como “propaganda computacional”, que se refiere al “uso de algoritmos y automatización para distribuir de manera deliberada información engañosa en las redes sociales”. Para ello, un equipo de 12 investigadores de nueve países (EEUU, Canadá,.Brasil, China, Alemania, Polonia, Taiwán, Rusia, Ucrania) entrevistaron a 65 expertos y analizaron decenas de millones de publicaciones en diferentes redes sociales durante períodos de elecciones, crisis o incidentes de seguridad nacional.

En todos estos países la Universidad de Oxford encuentra que las plataformas sociales son los medios principales en los que los jóvenes muestran sus identidades políticas y que se utilizan activamente como una herramienta para la manipulación de la opinión pública, aunque de diversas maneras y sobre diferentes temas.

Por ejemplo, según el estudio, en Brasil la propaganda computacional tuvo un papel durante tres eventos políticos recientes: las elecciones presidenciales de 2014, la destitución de la presidenta Dilma Rousseff y las elecciones municipales de 2016 en Río de Janeiro. Por su parte, Ucrania es el “caso más avanzado a nivel mundial de propaganda computacional”, con numerosas campañas de desinformación ‘online’ en VKontkte, Facebook y Twitter.

En EEUU lo que se hace es crear una ilusión de popularidad, de manera que un candidato político puede tener más visibilidad y apoyo. “La ilusión de apoyo ‘online’ a un candidato puede estimular el apoyo real a través de un efecto de arrastre. Trump hizo de Twitter el centro del escenario en esta elección, y los votantes prestaron atención”, dice el informe referente al país norteamericano.

Lo que se hace en estas campañas de propaganda es usar ‘bots’, software diseñado para realizar tareas robóticas simples y repetitivas, así como para comunicarse con personas y sistemas. Se utilizan para difundir información y noticias y para interactuar con otros sin que detecten que son seres humanos, de esta forma, generan una “ilusión de consenso a gran escala”.

Esta actividad se multiplica en fechas electrorales en un intento de influir en el voto o difamar a los críticos. También se recurre a noticias falsas, campañas coordinadas de desinformación y grupos de trolls para atacar a defensores de derechos humanos, grupos de la sociedad civil o periodistas.

La Universidad de Oxford es muy crítica con plataformas como Facebook y Twitter, a las que acusa no hacer todo lo que está en su mano para frenar la desinformación. “La propaganda computacional es una de las herramientas más poderosas contra la democracia. Las empresas de medios sociales no crean estos contenidos, pero son plataformas para ello. Necesitan rediseñarse significativamente para que la democracia sobreviva a los medios sociales”, concluye el estudio.

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