Valencia vuelve a traer de cabeza a Génova: el PP amenaza con una gestora

Valencia vuelve a traer de cabeza a Génova: el PP amenaza con una gestora

La dirección nacional admite que hay un “conflicto muy importante” en el PP en esta provincia y abre la puerta a una gestora.

Sede del PP Partido Popular

Eduardo Zaplana, Francisco Camps, Carlos Fabra, Rita Barberá,… Lejos quedan los días en los que nadie hacía sombra al PP en la Comunidad Valenciana. El partido encadenaba victorias en cada cita electoral. Hasta que se conocieron casos como el Gürtel, Brugal, Nóos o Emarsa. Los constantes escándalos de corrupción pusieron contra las cuerdas a los populares, que en 2015 dijeron adiós a la Generalitat, así como a la Alcaldía de Valencia, entre otras instituciones. Una falta de poder que ha provocado más de una crisis en el PP de esta región. La última, en las filas del partido en la provincia de Valencia.

Tres candidatos aspiran a presidir el Partido Popular de Valencia: Vicente Betoret (que busca la reelección), Mari Carmen Contelles y María José Penades. Los tres quieren liderar a los populares de esta provincia y ninguno está dispuesto a tirar la toalla. Una situación que ha derivado en una batalla sin cuartel entre ellos. Y eso que desde hace unos meses la dirección nacional del PP está tratando de que lleguen a un acuerdo que evite un choque de trenes en el congreso provincial.

Génova no quiere líos, y menos aún en Valencia, que bastantes dolores de cabeza ha provocado ya. De ahí que hay abierto la puerta esta semana a la creación de una gestora. Así lo justificaba en Los Desayunos de TVE el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, que señalaba que tiene pendiente una conversación con el Partido Popular de la Comunidad Valenciana que dirige Isabel Bonig para solucionar el “conflicto muy importante” que hay en la provincia de Valencia.

El número tres del PP reconoció, según Europa Press, que existe un “enfrentamiento muy fuerte” entre los candidatos que aspiran a presidir la formación y defendió la necesidad de encontrar soluciones, ya que están en juego las elecciones de 2019.

L a dirección nacional no quiere que se repita en Valencia lo que está pasando en Cantabria, donde los perdedores en el congreso regional han iniciado una batalla judicial para anular el cónclave que ganó María José Sáenz de Buruaga. Por ello amenaza con tomar el control e imponer una gestora que sofoque el incendio en el que están los populares valencianos.

La tensión es tal en las filas del PP que estos días los ataques entre unos y otros han llegado en forma de grabación. En ella se puede escuchar al secretario general de la provincia, Vicente Ferrer, cargando contra Isabel Bonig en una cena a la que asistieron varios concejales del PP y asesores del Ayuntamiento de la capital del Turia, imputados en el caso Taula.

Los ánimos se están caldeando, y mucho, en Valencia, en un conflicto que pone una vez más a prueba la paciencia de Génova, más preocupada por el pulso independentista en Cataluña y por la cita en la Audiencia del próximo 26 de julio del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el juicio del Gürtel.

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