Bankia retoma con tranquilidad la absorción de BMN una vez aparcado el ‘capítulo Popular’

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Bankia retoma con tranquilidad la absorción de BMN una vez aparcado el ‘capítulo Popular’

Las urgencias de liquidez que afrontaba el Popular descartaron de la puja a Bankia.

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Una vez que se ha solucionada la crisis de Banco Popular, que en la noche del martes al miércoles acabó en manos del Santander, el próximo proceso de concentración del sector financiero español sobre la mesa es la fusión entre Bankia y BMN, las dos entidades controladas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Fuentes del sector consultadas por ElBoletin.com destacan que los equipos de Bankia y BMN siguen adelante con el proceso de negociación del precio de canje, con la intención de que la operación pueda ser aprobada este verano, “en julio, si da tiempo, o si no ya en septiembre”. El proceso sigue su curso una vez que se ha aclarado el panorama sobre Banco Popular, cuyas cuentas llegó a estudiar el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri.

Tal y como han asegurado estas fuentes, Bankia estudió las cuentas de Banco Popular para plantearse si presentaba o no una oferta por el banco presidido por Emilio Saracho. Sin embargo, la urgencia de los acontecimientos dejó completamente fuera del partido al banco seminacionalizado. Por las restricciones que Bruselas impuso a Bankia en el momento del rescate público, el banco no podía afrontar una operación de ese calibre a no ser que fuese un proceso largo.

El próximo 30 de junio expiran parte de las restricciones, lo que permitirá a Bankia absorber una entidad de tamaño reducido como BMN. Sin embargo, hasta el próximo año tiene que mantener un balance inferior a los 252.000 millones de euros. En el momento de su rescate, Bankia sumaba 340.000 millones de euros de recursos en balance, mientras que en la actualidad se sitúan en 190.000 millones de euros.

En la práctica, estas cifras significan que el Popular estaba fuera del alcance de Bankia al menos durante los próximos seis meses, a menos que la Unión Europea no hubiese dado un permiso expreso a la operación, lo que hubiese incluido duras negociaciones entre el Gobierno y las autoridades europeas para las que no había tiempo.

De hecho, el proceso de intervención del Popular se aceleró ante la fuga de depósitos que había registrado en el último mes, como ha reconocido el propio Banco Central Europeo (BCE). Aunque la imagen tradicional cuando se utiliza esta expresión es la de pequeños ahorradores haciendo cola en los cajeros, las fuentes explican que el proceso tuvo mucho más que ver con las continuas rebajas de rating que sufrió el Popular: por puras cuestiones de Tesorería que no implican necesariamente ningún temor, algunas grandes compañías simplemente no pueden mantener sus depósitos en entidades que no lleguen a determinado grado.

Una vez que el Popular fue intervenido, quedó completamente fuera del alcance de Bankia. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri ni siquiera fue invitado a participar en la subasta exprés organizada en la noche del martes, por lo que la entidad pasa página y sigue con sus planes para absorber BMN. Este proceso es mucho más sencillo: ambas están controladas al 65% por el Estado a través del FROB y sus áreas geográficas de influencia son bastante complementarias.

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