Cero euros para los accionistas del Popular, 80 millones para la cúpula

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Cero euros para los accionistas del Popular, 80 millones para la cúpula

El relevo en el Consejo de Administración de febrero costó al banco unos 74 millones en pensiones, a los que se suman los cinco de la salida de otro consejero en mayo.

Emilio Saracho y Pedro Larena

El FROB y la Junta Única de Resolución han dado luz verde a la amortización de la totalidad de las acciones ordinarias en circulación de Banco Popular, que tenían un valor de mercado de unos 1.500 millones de euros, así como de los instrumentos híbridos de capital –el banco tenía en circulación 1.250 millones de euros en CoCos-.

Esto se traduce en que los accionistas y los tenedores de los CoCos pierden el 100% de su inversión tras el proceso exprés desencadenado entre ayer, cuando el BCE declaró la inviabilidad del Popular, y esta mañana. Los temores de las últimas semanas de los inversores de Banco Popular se han confirmado esta misma mañana antes de la apertura, tras la subasta de la entidad, que ha sido adquirida por el precio simbólico de un euro por el Santander.

Sin embargo, hace apenas cuatro meses, el Popular desembolsaba 74 millones de euros para relevar su cúpula ante las turbulencias en el rumbo de la entidad. Fue el coste de las pensiones del consejo de administración anterior, con Ángel Ron a la cabeza.

El banco, que perdió más de 3.400 millones de euros el año pasado, hizo frente en febrero a una provisión millonaria para asegurar la salida de sus directivos con 74 millones de euros, mientras la entidad se quedaba con un fondo de 24 millones a la marcha de Ron.

Tras 13 años al frente del Popular, el expresidente salía de la entidad al final de una crisis en la que se perdió más del 90% del valor de las acciones y con la previsión de que siguieran bajando hasta niveles históricos.

Ángel Ron, que cobró cerca de 1,5 millones de euros en 2016, acumula 8,5 millones para su pensión, a lo que la entidad debe sumar otros 15 millones de euros a su marcha, a razón de 1,1 millones anuales. En total, Ron se queda con cerca de 24 millones de euros de pensión tras una gestión que ha acabado con la entidad vendida al precio simbólico de un euro. Atendiendo a la cláusula de no competencia, Ron no podrá trabajar en otro banco a partir de ahora. Además, la política de remuneraciones del banco fijó que el cese como consejero ejecutivo no conlleva indemnizaciones, aunque Ron reclamó ser indemnizado y se le denegó.

Pero no sólo la cúpula saliente del expresidente ha ganado: Pedro Larena, consejero delegado que decidió abandonar el Popular a los siete meses de su fichaje, se llevó cinco millones de eurospor tres anualidades y la pensión correspondiente. En su caso, no podrá trabajar en un banco en un periodo de tres años, aunque sí en otras empresas fuera del sector.

Al antecesor de Larena, Francisco Gómez, se le reconocieron 20,3 millones de euros como indemnización de salida. Para la marcha del resto de administradores el banco tuvo que sumar otros 29 millones de euros. En total, casi 80 millones de euros por el cambio de cúpula y la posterior salida de Larena a apenas unas semanas de que el banco haya rozado el colapso.

En el caso del relevo del hasta hoy presidente, Emilio Saracho, la entidad firmó con él un contrato de cuatro años sujeto a renovación que incluía un plazo de preaviso de tres meses en caso de extinción y sin cláusulas de permanencia. El contrato de Saracho contemplaba el abono una prima de contratación por importe de cuatro millones. De confirmarse su relevo con la operación de hoy, esos cuatro millones deberán sumarse a la millonaria factura con la que la cúpula ha lastrado los números maltrechos del Popular.

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