Automotrices desarrollan una apps para aparcar en espacios estrechos

Automotrices desarrollan una apps para aparcar en espacios estrechos

El coche es un Model X de Tesla. Es uno de los pocos autos que dominan el denominado Remote Parking.

Remote parking

«¡Imposible!» Un hombre mayor se detiene en la acera y observa absorto lo que se desarrolla ante sus ojos: otro hombre manipula su teléfono móvil y el automóvil en la calle se desliza elegantemente en el espacio libre para aparcar… sin que nadie esté al volante. El coche es un Model X de Tesla. Es uno de los pocos autos que dominan el denominado Remote Parking. Algunos modelos de BMW y Mercedes también cuentan con este dispositivo. En los próximos años se espera que las automotrices desarrollen cada vez más apps con las que se pueda manejar diversas funciones de un automóvil detenido. En Audi se denomina este software de conectividad «Audi MMI Connect», en Mercedes se la llama «Mercedes me», VW la bautizó «Car-Net» y Volvo, «On Call».

Se puede olvidar cerrar el auto con llave. Ya no es problema, se puede hacerlo a distancia mediante el teléfono móvil. El conductor puede consultar cuánto combustible le queda en el tanque, si le falta aceite o si la batería está a punto de agotarse. La pantalla del móvil indica cuál es el kilometraje o cuándo se cumple el plazo para la próxima revisión técnica.

También se puede programar desde lejos destinos en el navegador. «Así se ahorra tiempo», dice Michael Crusius, portavoz de Audi para tecnología e innovación. Además es más seguro, dado que la mayoría de los conductores programan el navegador cuando ya se encuentran en marcha, con lo se distraen de la observación del tráfico circundante. Cada propietario de un automóvil se identifica a través de la app de la automotriz respectiva mediante su número de placa. La transferencia de datos se efectiviza por telefonía móvil, WiFi o bluetooth.

BMW ofrece a través de su app de servicios remotos con el «Remote 3D View» de su Serie 5. Permite al conductor observar a su auto en una perspectiva aérea de 360 grados. En Estados Unidos se autorizó el uso del denominado geofencing, con el que se limita la posiblidad de circulación del auto a determinada área. Se utiliza por ejemplo cuando los padres quieren controlar que los hijos con licencia de conducir reciente no se alejen demasiado de las calles conocidas en las cercanías de su hogar. En Alemania no está permitida esta aplicación, porque sólo se puede activar la geolocalización del vehículo cuando tiene el motor apagado.

Audi planea ofrecer el Remote Parking a partir de fin de año con la nueva versión del A8. Con el teléfono inteligente se podrá ordenar al auto a aparcar aún en espacios muy ajustados. También las limusinas de las Series 7 y 5 de BMW y los Mercedes Clase E -y pronto también los Clase S- disponen de esta posibilidad de aparcamiento sin piloto a una distancia de hasta tres metros. Más lejos, dicen los expertos, sería peligroso, se busca que el propietario del auto siempre supervise personalmente el proceso de aparcamiento. Si se interrumpe el desplazamiento del dedo sobre la pantalla del móvil se detiene también el auto.

Hay posibilidades de llevar la autonomía del aparcamiento más lejos: con el Valet-Parking 2.0, en lugar de dejarle la llave a un empleado del hotel o del restaurante se ordena al auto que se desplace solo a aparcar en el espacio destinado a vehículos visitantes.

«Técnicamente es posible desde hace tiempo», dice Crusius, «pero se hace dificil la implementación, porque es costosa». Para aparcar de forma autónoma un auto en la plaza 577 del quinto piso y lograr que luego salga nuevamente al encuentro con su conductor se requiere algo más que los sensores del auto. Los aparcamientos deberían estar dotados de WiFi ultraveloz, ya que no es posible transmitir los datos de GPS a través de las paredes del aparcamiento. Además deben armarse planos sumamente precisos del espacio de los aparcamientos. «Todavía no existen aparcamientos de este tipo», señala Crusius.

Pero en el sector automotor reina el optimismo sobre el desarrollo de la conducción autónoma. El horizonte para algún momento entre 2020 y 2025 es el de un auto compartido que se llama por la app del teléfono móvil para que se acerque a la puerta de la casa y lleve al pasajero por toda la ciudad, sin tener piloto a bordo.

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