Así es el ‘trabajo’ estilo Uber que ha llegado para quedarse

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Así es el ‘trabajo’ estilo Uber que ha llegado para quedarse

La 'gig economy' o “economía de los pequeños encargos” ya representa un 34% del empleo en EEUU. ¿Es una oportunidad para reducir las altas tasas de paro o fomenta la precarización?

Uber

El término ‘gig economy’ puede traducirse como “economía de los pequeños encargos” y hace referencia al trabajo esporádico que ha empezado a inundar el marcado laboral actual con el impulso de las nuevas tecnologías. El más claro ejemplo este modelo es la compañía de transporte Uber, que contrata a sus conductores de manera puntual cuando se requiere un servicio, pero no es la única: este tipo de empleo supone ya un tercio del trabajo actual en EEUU.

Aunque parece un concepto muy moderno, su origen se encuentra en los clubs de jazz estadounidenses de los años 20. Se usaba la palabra ‘gig’ para denominar a los músicos que luchaban por encadenar actuaciones en estos locales. No tenían los beneficios del trabajo tradicional como la Seguridad Social.

Ya no son sólo los músicos. Según un reciente estudio elaborado por Intuit y Emergent Research alrededor de 34% de la fuerza de trabajo del país norteamericano corresponde a la »gig economy’, y se espera que para el año 2020 alcance un 43%. El año pasado, otra investigación, realizada en esta ocasión por McKinsey Institute, apuntaba a un porcentaje de entre el 20% y el 30% en Europa y EEUU. Además, la tendencia no se reduce solo a los ‘millenials‘, también los mayores de 55 años ‘participan’ en esta economía.

El boom de la ‘uberización’ del empleo ha suscitado un amplio debate: ¿es una oportunidad para reducir las altas tasas de paro o fomenta la precarización? Para unos supone una salida laboral que ofrece flexibilidad, mientras que para otros descarga toda la responsabilidad en los trabajadores sin darles protección como un salario mínimo o seguridad sanitaria.

De ahí, surge otra pregunta: ¿los conductores de Uber son trabajadores o autónomos o socios de la empresa? El pasado otoño, el Tribunal de Empleo de Londres falló en contra de la compañía californiana y determinó que no eran empleados por cuenta propia y se les deberían reconocer los derechos básicos reconocidos a un trabajador de plantilla, aunque la empresa ha recurrido la sentencia.

En España, esta semana el periódico El Confidencial sacaba a la luz unas grabaciones de los responsables de Business Cars Madrid SL, una empresa de coches con licencias VTC usados por Uber y Cabify, en las que se habla de las condiciones laborales. Según el medio, tienen como objetivo facturar 3.000 euros mensuales, de los que Business Cars Madrid SL “descuenta un 10% de IVA y un 45% de comisión”, que dejan como resultado “un sueldo bruto de 1.250 euros/mes por 50 horas semanales que, según diversas fuentes del sector consultadas, acaban siendo 60”. “De esos 1.250 euros hay que descontar todo tipo de gastos que no asume la empresa y que corren a cargo del conductor: el móvil y su tarifa de datos, la franquicia en caso de accidente (entre 150 y 450 euros), el traje y las multas”, añade.

Las condiciones laborales de la ‘gig economy’ también han llegado a Bruselas. La Comisión Europea se ha puesto manos a la obra en busca de una regulación para que las “nuevas formas de empleo” también “garanticen el acceso a la protección social de las personas”, pues considera que los avances digitales y la economía colaborativa son una oportunidad de ingresos y empleo, pero también pueden crear una brecha en el acceso a la protección de los trabajadores.

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