Juana Molina reconquista EEUU con ‘Halo’

El tocadiscos

Juana Molina reconquista EEUU con ‘Halo’

La artista argentina seduce a la crítica 'yanqui'

Molina

¿Música ambiental? ¿Experimento? ¿Fórmulas nuevas para la canción de autor? No hay una manera fácil de etiquetar el trabajo de Juana Molina. Una artista que puede resultarle difícil a algunos oyentes, pero que hace mucho tiempo ya que sedujo a la crítica de medio mundo y convenció a los entendidos de que el pop nuestro de cada día admite algunas variantes de interés que se salen de lo común.

Juana que ha visitado de vez en cuando nuestro país en los últimos años, volverá a estar por aquí el prócimo mes de junio. Esta vez para presentar ‘Halo’, su último disco. Un álbum que viene precedido por su fama. Una vez más Molina, que sigue empeñada en componer en castellano, ha conseguido llamar la atención de las publicaciones más vanguardistas de EEUU.

Molina, a la que, en ocasiones le cuesta conseguir la atención que merece en los medios hispanos, es casi reverenciada en los ambientes en los que se dictan las tendencias músicales del mundo. La última prueba es la reseña de este último disco aparecida en Pitchfork, el portal de Internet en el que todo el mundo aspira a aparecer, que ha puntuado su álbum con un notable alto. Y no escatima elogios hacia el trabajo de la artista.

Claro que a esta gran dama del pop argentino que iba para artista de telenovela no parece demasiado suceptible a este tipo de lisonjas. Ni a bajar la guardia o negociar con nadie un estilo inclasificable y personal que tiene, como vemos muchos fans en las ‘altas esferas’ de la intelectualidad y también algunos detractores. Ella sigue a lo suyo y ofrece lo que ofrece. Luego cada uno que haga lo que quiera.

Además ha mejorado mucho con el tiempo. Por lo menos en lo que respecta a su estilo evanescente y repetitivo. Un formato que descubrió por primera vez, según dicen los que saben, tras conseguir una loop station. Uno de esos pedales que permiten grabar en directo una secuencia melódica y luego repetirla tantas veces como uno quiera. Con este invento, las posibilidades de superar las barreras de las convenciones habituales del pop se multiplicaron para ella.

De ahí en adelante, conviene advertir que estamos ante una artista con la que o se conecta o no se conecta. Ella hace bandera de su honestidad y no parece dispuesta a entregarle gato por liebre al público. O sea que hay que acercarse a este material con el mismo respeto que Juana tiene por él. No lo lleves a tu fiesta de cumpleaños para que bailen los fans del ‘reggaeton’ porque es dudoso que les vaya a interesar lo más mínimo.

Y eso que, a estas alturas Molina tiene un gran control del ritmo y la melodía. Hay temas como ‘Paraguaya’, la canción que abre el disco y mi favorita por el momento, en los que no sería raro que cualquier par de pies libres de prejuicios se pusieran en movimiento tras unos pocos compases. Pero no parece que esta sea la principal preocupación ni la intención prioritaria de su autora.

Ella prefiere mostrarnos otras dimensiones. Unos territorios sonoros propios en los que es fácil disfrutar si uno consigue entrar en el juego. Lástima que el publico no esté ahora muy por la labor de mantener la atención durante un tiempo dilatado. Porque la recompensa que se puede obtener es bastante alta. Por lo menos a mi siempre me ha compensado introducirme en este mundo tan poco visto y en el que las obviedades habituales no tienen sitio.

Esta vez, las canciones parecen girar alrededor de una temática más o menos común. La que proporciona ese halo del que en teoría habla el título. Pero olvídense de los parámetros narrativos habituales porque no los encontrarán aqui. Molina juega con los climas, los ambientes y los estados de ánimo. Que van y vienen, sin terminar ni empezar de un modo definitivo casi nunca. Son viñetas sonoras con sus propios códigos y muy parecidas a la vida misma.

Tal vez esta larga reseña haya servido más para asustarles que para interesarles por la música única y maravillosa de esta artista. Alguien que se definió a si misma como ‘Rara’, en su primer disco, quizá el más parecido al pop de consumo habitual al que nuestros oídos se han acostumbrado con el tiempo. Sería una lástima. Juana Molina es una artista que interesa conocer. Y no lo digo yo sólo. Lo dicen también los modernos de Picthfork, que tienen fama de saber mucho de esto.

Más información