Aumenta la tensión entre Alemania y Suiza a cuenta de un espía fiscal

Espionaje

Aumenta la tensión entre Alemania y Suiza a cuenta de un espía fiscal

Desde enero de 2006, varios estados federados alemanes compraron tanto a Suiza como a Liechstenstein cedés que contenían datos de ciudadanos alemanes.

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La tensión entre Alemania y Suiza ha ido en aumento en los últimos días después de que se publicase información de prensa en la que se acusa a la inteligencia suiza de infiltrar a un espía en el Ministerio de Finanzas alemán para que averiguase cómo las autoridades germanas recabaron datos sobre evasión fiscal.

«Lo que ha pasado, por supuesto que debe ser aclarado hasta el último detalle. Hay que responder a las preguntas ¿por qué? ¿cuándo? ¿con qué participación? ¿quién está detras? ¿cuál es el objetivo de las actividades? etc.», declaró hoy el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, en una comparecencia rutinaria ante los medios de comunicación celebrada en Berlín.

En concreto, los diarios alemanes señalaron que un agente del servicio secreto de Suiza -que ya ha sido detenido- fue enviado a Berlín para vigilar a los funcionarios del Ministerio de Finanzas, así como a profesionales del ámbito financiero para investigar cómo las autoridades germanas habían logrado adquirir información sobre ciudadanos alemanes que evadían impuestos al fisco al contar con cuentas bancarias en Suiza.

Desde enero de 2006, varios estados federados alemanes compraron tanto a Suiza como a Liechstenstein cedés que contenían datos de ciudadanos alemanes que habían defraudado a la administración fiscal germana tras ocultar que poseían cuentas bancarias en esos países.

El ministro de Exteriores de Alemania, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, mantuvo en las últimas horas una conversación telefónica con su homólogo suizo, Didier Burkhalter, sobre el caso, informó ayer una vocera de la diplomacia germana.

«El ministro de Exteriores no se puede apenas imaginar que alguien, por orden de la inteligencia suiza, pueda trabajar en contra de las autoridades financieras de Alemania», señaló la portavoz.

«Las relaciones entre Suiza y Alemania se encuentran ahora en su peor momento histórico», agregó en declaraciones a dpa, Thomas Kutschaty, ministro de Justicia del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, uno de los «Länder» que adquirieron cedés con datos de evasores fiscales.

Según ha trascendido, el espía, un ciudadano de nacionalidad suiza que fue detenido la semana pasada en Fráncfort, cobró cerca de 60.000 euros (65.936 dólares) por sus servicios.

Políticos de la gran coalición que gobierna Alemania, tanto de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside la canciller Angela Merkel como del Partido Socialdemócrata (SPD), exigieron en las últimas horas que se tomen medidas duras.

El jefe del grupo parlamentario del SPD, Thomas Oppermann, indicó en declaraciones al diario muniqués «Süddeutsche Zeitung» que el caso constituía un «doble escándalo».

«Por una parte, el servicio secreto suizo ataca la soberanía de Alemania y, por otra, se entiende que el objetivo era torpedear las inspecciones fiscales de Renania del Norte-Westfalia, un ‘Land’ que desde hace años se esfuerza en detectar a los grandes evasores fiscales en Alemania», recalcó.

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