Los ingresos por comisiones, que se habían estancado en los últimos años, se han convertido en una de las principales bazas de la gran banca española para sacar jugo al negocio en un entorno en el que los tipos de interés ultra-bajos apenas dejan margen para hacer negocio.
Si se contabilizan los seis grandes bancos españoles –Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Banco Popular y Banco Sabadell– los ingresos netos por comisiones superaron al cierre de marzo los 5.298 millones de euros, un incremento de un 13,6% respecto a los 4.663 millones del mismo período de 2016. Si se mantiene esta tendencia a lo largo de los próximos trimestres, se superarán con creces los 19.500 millones del año pasado, cifra muy similar a la de 2015 (19.465 millones).
Entre los grandes bancos españoles, el que más ha apretado el acelerador ha sido sin duda el Banco Santander, que hace un tiempo dio un giro a su estrategia para pasar a “cobrar comisiones por aquellos servicios que crean valor a sus clientes”, tal y como explicó el consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la presentación de los resultados del primer trimestre.
En esta presentación el Santander anunció que las comisiones netas alcanzaron los 2.844 millones de euros, un incremento de un 18,6% respecto a los 2.397 millones del mismo período del año pasado o de un 12,1% sin incluir los efectos del tipo de cambio. Si se contabiliza sólo el negocio de Santander España, la entidad registró un crecimiento del 19% en las comisiones procedentes de GCB (banca corporativa) y del 5% en las del negocio retail.
En segundo lugar se situó BBVA, que alcanzó unas comisiones netas de 1.223 millones de euros en el primer trimestre del año, frente a los 1.161 millones del mismo período de 2016. La cifra supone un incremento de un 5,4% -o un 9.4% a tipos de cambio constantes-. El grupo explicó que las comisiones presentaron un desempeño muy favorable tanto en los últimos doce meses como en el trimestre, en gran parte explicado por la recuperación de la actividad en los negocios mayoristas. En España, el incremento fue de un 8,6% gracias sobre todo a la contribución de los negocios mayoristas.
También muy relevante el incremento en las comisiones de CaixaBank, de un 20,3% hasta alcanzar una cifra de 588 millones de euros, si bien en esta evolución incide la aportación del portugués BPI (+8,7%), junto a los ingresos derivados de la actividad comercial de CaixaBank (+11,6%).
En Bankia, que ha decidido retirar las comisiones de algunos de sus productos clave como las hipotecas o las nóminas, las comisiones se elevaron un 3,8%, hasta los 207 millones de euros. Este repunte vino generado por los mayores ingresos por utilización de tarjetas, medios de pago y valores.
Incluso el Banco Popular, cuya estrategia sigue centrada en la digestión del ladrillo, ha sacado buen partido de las comisiones. En concreto, la entidad que preside Emilio Saracho registró su mejor trimestre en el último año en esta partida, con un crecimiento intertrimestral del 4% hasta alcanzar los 140 millones de euros. La entidad registró una mejora en todas las líneas de comisiones, aunque la mayoría del crecimiento se explica por la actividad de mediación en cobros y pagos (+20% en el trimestre) y por servicios en operaciones de activos (+5% en el trimestre).
Por último, en el caso del Sabadell, las comisiones se incrementaron un 6,8%, o un 8,1% a tipos constantes, hasta los 296,7 millones de euros. Si se excluye al británico TSB de la ecuación, la cifra alcanzó los 271,4 millones, un incremento de in 10,4% desde los 245,9 millones.
Los seis grandes bancos españoles registraron unas ganancias en el primer trimestre del año de 3.852 millones de euros, un incremento de un 20,4% respecto a marzo de 2016 pese a las pérdidas registradas por el Popular.
