Cifuentes encarga las obras de una residencia de ancianos en Madrid a una empresa vetada por Carmena

Comunidad de Madrid

Cifuentes encarga las obras de una residencia de ancianos en Madrid a una empresa vetada por Carmena

Edhinor, salpicada por el ‘caso pequeño Nicolás’, fue vetada en 2016 por el Ayuntamiento al no finalizar la construcción de un centro de salud en Usera.

Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid y Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid

La relación entre el Ayuntamiento de Madrid y la constructora Edhinor no pasa por su mejor momento. En septiembre del año pasado, el Consistorio que dirige Manuela Carmena inició un procedimiento para prohibir la contratación de esta empresa durante tres años. Sin embargo, los trabajos de la compañía en la ciudad de Madrid siguen presentes gracias a la Comunidad de Madrid.

Según aparece en el BOCM, el Gobierno de Cristina Cifuentes ha adjudicado a Edhinor las obras de conservación en la Residencia de Mayores San José, centro ubicado en el distrito madrileño de Usera. Un contrato que la constructora ha ganado después de realizar una oferta un 24,8% por debajo del presupuesto base de licitación. Una zona de la ciudad donde la compañía vivió con el Ayuntamiento de Madrid su mayor choque.

“El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado el procedimiento para prohibir la contratación del Consistorio y su sector público con la empresa Edhinor por un periodo de tres años. De acuerdo al decreto firmado el pasado 30 de agosto por el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, la prohibición se debe al incumplimiento del contrato de obra de la construcción del Centro Municipal de Salud de Usera y los consiguientes daños causados a la ciudadanía”, publicaba el 13 de septiembre la página web del Consistorio capitalino.

Un veto por un periodo de tres años que Sánchez Mato inicio al ver que “la empresa dejó paralizada la edificación” del Centro Municipal de Salud de Usera “y no finalizó los trabajos”. Un incidente que provocó que el Ayuntamiento de Madrid tuviese que “volver a licitar la obra” para terminar lo que no se inició. Finalmente, el edificio pudo ser inaugurado en 2010, aunque el paso de los años no ha pasado por alto por el concejal de Economía y Hacienda.

Un decreto firmado por el Gobierno municipal que se sustenta en la “mala fe del adjudicatario durante la ejecución del contrato, el daño causado a los intereses públicos municipales y el perjuicio a los ciudadanos madrileños, destinatarios del Centro de Salud objetivo del contrato incumplido”. Según desveló el Ayuntamiento de Madrid, Edhinor “solo certificó un 27,12% de las obra”, lo que ha derivado, tiempo después, en la sanción que se trató “de la primera prohibición de contratar por resolución por incumplimiento culpable de un contrato en este mandato”.

El ‘pequeño Nicolás’ y Edhinor

Pero no es la primera vez que la constructora ha aparecido en los titulares de la prensa, como sucedió con el veto de Carmena. En pleno huracán del ‘caso pequeño Nicolás’, Edhinor irrumpió en la escena mediática. La compañía, como reconoció, intentó utilizar a Francisco Nicolás Gómez Iglesias en 2013. Según desveló El Mundo, el joven pidió a su padrino político, Jaime García-Legaz, secretario de Estado de Comercio por aquel entonces, respaldo para un presunto negocio con Edhinor en Guinea Conakry.

“La semana del 22 vienen a ver la constructora española. Te quería pedir si puedes dar apoyo institucional al proyecto”, preguntaba ‘el pequeño Nicolás’ a García-Legaz. “Diles que claro, que les doy apoyo institucional”, respondía el político, según se apreciaron en los mensajes. El 24 de julio de 2013, otro mensaje del joven avanzaba la ansiada reunión: “Las personas que van mañana son cuatro. El presidente de Edhinor, Manuel Buendía de Lera, el director de internacional, Enrique Porta, el inversor guineano, Eissame Halabi-Ahma y también va Gregory Person”. Al día siguiente, Nicolás escribía al popular que si todo fue bien. “Sí, todo bien… muy bien con éstos la reunión”, le calmaba el secretario de Estado de Comercio.

Sin embargo, Edhinor desmintió a la Sexta Noticias y a El Mundo que esa reunión se hiciese realidad. Desde la empresa, aseguraron que ni su presidente estuvo reunido en el despacho de Legaz, ni existe un departamento internacional y Enrique Porta, dicen, nunca ha trabajado para la empresa. Han afirmado que fue el propio Nicolás el que “se ofreció como comisionista” prometiendo negocios que nunca dieron resultado. Más tarde, ABC, apoyándose en fuentes policiales, apuntó que era el joven quien se enviaba a sí mismo los SMS que se atribuían a Legaz.

La empresa reconoce que intentó aprovecharse

En marzo de 2015, El Confidencial publicó que la sección de Asuntos Internos de la Policía Nacional se hizo con una serie de correos electrónicos del ‘pequeño Nicolás’ que también salpicaban a la sociedad que ahora se encargará de las obras en la residencia. “Edhinor utilizó los servicios del joven imputado por estafa, falsedad y usurpación de funciones públicas para tratar de conseguir contratos millonarios del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Renfe y otros organismos y entidades del Estado, según consta en documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial”, exponía el medio digital.

Sin embargo, la relación entre ambas partes acabó en el momento en el que el ‘pequeño Nicolás’ “no les consiguió nada”, como también reconoció la constructora. Edhinor le pidió, siempre según la información de El Confidencial, que gestionara licitaciones por un importe de, al menos, casi 85 millones de euros. Aun así, la constructora lanzó un matiz importante: dejó que el joven colaborase con ellos, pero negó que intermediara en su nombre para ninguna institución pública.

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