Las familias redoblan su confianza en los depósitos pese a las ‘rácanas’ rentabilidades

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Las familias redoblan su confianza en los depósitos pese a las ‘rácanas’ rentabilidades

Los hogares españoles incrementan en un 1,3% sus depósitos hasta los 767.000 millones de euros.

Hucha

Hace casi tres años, el Banco Central Europeo (BCE) entraba en terreno inexplorado al situar en terreno negativo el tipo de depósito. El movimiento, que la institución que preside Mario Draghi ha repetido en varias ocasiones, ha desplomado las rentabilidades de los depósitos que las familias tienen en sus bancos, pero no se ha traducido en una pérdida de confianza en este producto de ahorro, que de hecho ha ganado peso desde entonces.

De acuerdo con las últimas cifras publicadas por el Banco de España, correspondientes a marzo, los depósitos de hogares se situaron en 767.000 millones de euros, un incremento de un 0,18% respecto al mes anterior y de un 1,37% si se compara con los 756.600 millones de euros de marzo de 2016.

Si se echa la vista a 2014, cuando el BCE situó por primera vez el tipo negativo, los depósitos de las familias se situaban en 754.000 millones de euros, lo que arroja un saldo positivo de 13.000 millones de euros. En ese sentido, el portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, recuerda que a finales del año pasado los depósitos en las entidades de crédito suponían el 38% del total de los activos financieros de las familias.

“Al final, se refleja la elevada confianza y seguridad que siente el cliente por su banco”, reflexiona Campuzano, así como el “esfuerzo” de las entidades por no repercutir a las familias el “anómalo escenario” de tipos de interés negativo en el depósito.

No obstante, aunque los bancos españoles en ningún caso han trasladado las rentabilidades negativas a sus depósitos, lo cierto es que las remuneraciones de estos productos son muy escasas. De acuerdo también con datos del Banco de España (en este caso de febrero), la rentabilidad media de los depósitos a plazo hasta un año es de apenas un 0,08%, lejos además del 0,43% que se paga de media en la eurozona.

En los plazos más largos, de más de dos años, el rendimiento es todavía más exiguo, de apenas un 0,06%. Aquí las entidades patrias también son más rácanas que la media europea, que sitúa el rendimiento en el 0,76%.

En junio de 2014, cuando el BCE empezó a cobrar a los bancos por colocar su dinero en la ‘hucha’ de la institución, los bancos españoles pagaban una rentabilidad de un 0,86% en los depósitos a un año, y de un 1,33% en los plazos superiores a dos años. En la media de la eurozona los rendimientos eran de un 1,33% y un 1,73%, respectivamente.

El BCE ha reducido su tasa de depósito hasta en cuatro ocasiones hasta situarla en el actual -0,4%. Esto significa que los bancos deben pagar un interés del 0,4% por depositar su exceso de liquidez. De hecho, los intereses pagados al banco central el año pasado sobre esos fondos ascendieron a 3.600 millones de euros.

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