Nyesa ha dado con una nueva fórmula para buscar su regreso a negociación en Bolsa después de seis años de suspensión. La catalana ha suscrito un complejo acuerdo con un grupo inmobiliario ruso que incluye proyectos de obra y operaciones de financiación mediante los cuales pretende recuperar el músculo financiero necesario para la vuelta.
El acuerdo ha sido notificado este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sin embargo, cualquier movimiento está condicionado al análisis financiero de la firma rusa y la aceptación por parte de los accionistas de las condiciones que Nyesa ha planteado para la operación. Los firmantes del pacto han sido tanto la inmobiliaria, como sus socios accionistas de referenica Aqualdre y Fanumceo de una parte; de la otra, los accionistas mayoritarios de la rusa Marma y el grupo ladrillero local Nai Becar.
La operación se articularía mediante la entrada de Marma en el accionariado de Nyesa en una ampliación de capital no dineraria que se resolvería con la entrega del 98,12% del capital social de la sociedad rusa a cambio de un 30% del nuevo capital social de la catalana. Un movimiento que se produciría a la par que el otorgamiento de una línea de crédito por 3,5 millones de euros a favor de la cotizada.
Como principal activo de Marma, se presenta un complejo de edificios en Moscú, con una edificabilidad de más de 39.000 metros cuadrados, “en el que se pretende desarrollar varios edificios de apartamentos, un edificio de oficinas y un edificio de apartamentos con servicios hoteleros, así como locales comerciales”, recoge el hecho relevante remitido al supervisor del mercado español. Sus actuales accionistas fijan su valor en 59 millones de euros, lo que tendrá que certificar una consultora independiente con la que se entrará en contacto “en los próximos días”.
Las nuevas acciones, vetadas a los actuales accionistas del grupo cuya inversión lleva congelada desde el año 2011, se emitirán a un precio de 0,06 euros cada una, de los que 0,015 euros responde al valor nominal y los 0,045 euros a la prima de emisión. Los inversores ya presentes en el capital de Nyesa sufrirían así una abultada dilución de cartera.
Financiación alternativa a GEM Capital y Grupo Corbis
Además, la operación con la que la inmobiliaria catalana pretende salir del dique seco del parqué está supeditada a otro factor más. La línea de crédito a la que se hace referencia en el acuerdo debería ser por un importe mínimo de 3,5 millones de euros, de manera que se pudieran reemplazar los que se habían firmado anteriormente con los fondos de GEM Capital, especializados en la financiación de compañías con fuertes tensiones financieras.
En enero del año 2012, la compañía anunció que su anterior plan para esquivar el concurso de acreedores se quedaba en papel mojado. Unos meses antes, Nyesa había afirmado contar con el respaldo de Grupo Corbis para la compra de un 12,7% de sus acciones y conseguir así capital suficiente para superar el proceso consursal. El plan adelantado en agosto de 2011, antes incluso de solicitar el amparto judicial, se quedó en nada.
