BME apuesta por “estrategias de colaboración” entre Bolsas ante el fiasco de las fusiones

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BME apuesta por “estrategias de colaboración” entre Bolsas ante el fiasco de las fusiones

Las previsiones macro, la mejora de ratings y la rentabilidad media por dividendo aúpan el peso del inversor internacional a máximos históricos.

Edificio de la Bolsa de Madrid

La Bolsa española “está preparada para superar tiempos difíciles”. Y en solitario. Esta es la tesis que este jueves ha defendido el presidente de BME, su sociedad rectora. Antonio Zoido ha abogado por el camino de las “estrategias de colaboración” entre distintos parqués ante el fiasco que con frecuencia han supuesto los proyectos de fusión.

El presidente de BME ha marcado esta senda en el marco de la celebración de la junta general de accionistas de la sociedad, que ha tenido lugar hoy en el Palacio de la Bolsa de Madrid. Los datos recogidos desde el año 2000 demuestran que “los fracasos de fusiones entre operadores de Bolsas son más numerosos que los éxitos”, algo que ha achacado a que “las cuestiones políticas y regulatorias siempre han estado muy presentes” en los procesos de aprobación de estos movimientos corporativos.

Zoido ha explicado que, además, en su opinión, “el grado de concentración ya alcanzado” hace más aconsejable el trabajo en “proyectos conjuntos que sirvan para satisfacer demandas comunes de clientes, inversores y la sociedad en general”. Una vía útil para esquivar bloqueos como el que la Comisión Europea ha impuesto a la frustrada integración de Deutsche Böerse -gestor de la Bolsa de Fráncfort y socia de la española en negocios como un registro europeo de derivados- y London Stock Exchage (LSE) -su homóloga en Londres.

Más allá de las trabas hacia las operaciones de fusión, en las que BME suena desde hace años como posible blanco de una eventual oferta de compra, el primer ejecutivo de la sociedad rectora del parqué madrileño ha reconocido que en los últimos años se vive “un tiempo convulso para la economía, la política y la sociedad” que han desembocado en “acontecimientos insólitos hasta la fecha”.

A pesar de este escenario, el apetito de los inversores internacionales por la Bolsa española no ha decrecido. Al contrario. Pues en 2016 se ha cerrado con un máximo histórico de participación de estos equivalente a un 43,2% de la capitalización total.

Este hecho que desde BME se atribuye tanto a las ratios de eficiencia conseguidas por la sociedad, líderes en el sector, como a la elevada rentabilidad por dividendo de las cotizadas nacionales -con una media del 4%-, la generalizada mejora de ratings crediticios y las perspectivas macroeconómicas que varios organismos internacionales procuran a España al situarla “como uno de los países con mejor pronóstico”.

A la caza del emprendedor

La parte más dañina del actual escenario de mercados es la prolongada caída de negociación que el parqué español y sus vecinos europeos vienen sufriendo en los últimos años. Aunque Javier Hernani, director general de BME y elegido consejero delegado de la sociedad en la junta de accionistas celebrada hoy, ha exhibido que un 119% de los gastos de la compañía “se cubren con ingresos no ligados a volúmenes”, se siguen investigando fórmulas para incentivar la actividad del mercado. Y el ojo está puesto en los emprendedores.

En esta línea se entiende el recientísimo lanzamiento de la iniciativa BME 4Companies, donde se agrupan todos los servicios de la sociedad rectora de Bolsa hacia terceras compañías, con el objetivo de facilitar su cercanía con el parqué y su posible emisión de valores de renta variable o fija. Igual, la también reciente plataforma de pre-mercado destinada a startups, cuya andadura de la mano de la patronal española de business angels, comenzará el próximo mayo.

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