El juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, y la casa de subastas que preside Lourdes Cavero, esposa del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, se han reencontrado. Y lo han hecho por la ‘Operación Lezo’. Si a finales de 2015 Subastas Segre era la elegida para subastar las joyas incautadas en la Púnica por orden de Velasco, el pasado miércoles agentes de la Guardia Civil registraban su sede a instancias del juez.
Es más, la propia esposa del expresidente madrileño forma parte de la larga lista de investigados (antes imputados) en el marco de esta operación contra la corrupción. Una operación que desde que se desató la semana pasada ha puesto contra las cuerdas, entre otros, a la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre.
Antes de ser registrada esta empresa era conocida por la mencionada subasta de la Púnica. Fundada por Cavero junto a Carmen Cafranga, expresidenta de la Fundación Caja Madrid y condenada por el uso de las tarjetas ‘black’, Subastas Segre fue la elegida por Eloy Velasco para subastar las joyas incautadas en la mencionada trama. Entre ellas, relojes de lujo y estilográficas de colección.
Cavero logró este ‘encargo’ después de que el propio David Marjariza, principal implicado en la Púnica, remitiera un escrito al juez en el que le sugería que fuera Subastas Segre la que hiciera esta venta judicial “por su prestigio en el sector”. Algo que, según Vozpópuli, aceptó el juez.
