Bruno en Madrid

Opinión

Bruno en Madrid

Dicen algunos colegas que para Bruno habrá alfombra roja y tal vez no les falte razón. Tiempo al tiempo.

Bruno Rodríguez Parrilla, canciller de Cuba

Finalmente, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla tomó a bien la invitación extendida por su homólogo Alfonso Dastis y desde el sábado se encuentra en Madrid para hoy lunes iniciar la visita oficial.

A nadie debería extrañar que Rodríguez en algún momento declare que se siente como en casa. Y no es un decir, sino un sentimiento compartido por cubanos y españoles desde hace muchos, pero que muchos años sin tener en cuenta el rango político o la estatura social de quien lo exprese. “Cuba-España, España-Cuba, una historia común” como bien apuntara el historiador Manuel Moreno Fraginals.

España seguirá siendo un punto clave en las relaciones exteriores de la isla. Cuba, otro tanto para Madrid por razones que arrancan en el pasado hasta nuestros días: la posición geográfica de la isla continuará llamando la atención para cualquier pretensión comercial en el área latinoamericana, que si es en el turismo, pues mucho mejor pese a la posible competencia que pudiera presentar el vecino norteño con un presidente más empresario inmobiliario que político.

El repaso de las relaciones hispano cubanas, con episodios como cuentas de un interminable collar en poco más de medio siglo arranca desde las concesiones ofrecidas por Franco a Fidel Castro hasta momentos de mutua satisfacción y encontronazos lo mismo con gobiernos de derecha como de izquierda.

Dicen algunos colegas que para Bruno habrá alfombra roja y tal vez no les falte razón. Tiempo al tiempo. Se viven en la isla momentos muy peculiares donde su figura podría ascender a mayores responsabilidades.

El canciller será recibido en los palacios de La Moncloa y la Zarzuela por el presidente de gobierno y el rey, respectivamente.

No descartar para nada una próxima visita de Rajoy a La Habana, así como otra de Raúl Castro a Madrid y también a tierras gallegas desde donde su padre, Ángel Castro, marchó de soldado a la guerra en Cuba y luego regresó para convertirse en próspero empresario.
No habrá pulso con Madrid, sino entendimientos, como demandan las circunstancias.

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