Wall Street pulveriza todos los récords de entrada de capital en fondos cotizados

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Wall Street pulveriza todos los récords de entrada de capital en fondos cotizados

Los ETF predilectos de los inversores neoyorquinos invierten en Bolsa estadounidense y tienen comisiones ínfimas.

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El vuelco de carteras en búsqueda de una mayor rentabilidad a cambio de la asunción de un bajo riesgo relativo tiene un claro destino en Wall Street: la industria de los fondos cotizados. Los ETF, siglas inglesas por las que son más conocidos a escala mundial, han recibido entradas de capital de incontestable récord en el primer trimestre del año.

A lo largo de los tres primeros meses del año, se registraron entradas de capital por 134.700 millones de dólares, unos 126.504 millones de euros al cambio de divisas. Una cifra que cuadruplica la marca acumulada en el mismo periodo del ejercicio anterior y equivalente a la suma de las capitalizaciones bursátiles de dos gigantes del parqué madrileño como Inditex y ArcelorMittal. En el primer trimestre de 2016, los flujos recibidos por la industria de los ETF se quedaron en 29.600 millones de dólares.

De mantenerse este vertiginoso ritmo de vuelco de carteras, el año podría cerrar con entradas por 540.000 millones de dólares, de forma que se superaría con más que holgura el récord anual alcanzado al término del año anterior, cuando se alcanzaron 287.500 millones. Sin embargo, dada la inestabilidad reinante en el terreno geopolítico y la evolución que pudieran tener los tipos de interés en las grandes economías del mundo, los analistas no se aventuran a presagiar este hito cuando solo se ha recorrido un cuarto del calendario del ejercicio en curso.

No obstante, un factor más invita al optimismo entre los gestores de fondos cotizados: ni uno solo de estos vehículos de inversión colectiva ha sufrido la retirada de más de 1.000 millones de dólares en este arranque anual. El que más reembolsos ha tenido que soportar de cuantos están admitidos a negociación en EEUU ha sido el First Trust Energy AlphaDEX Fund, en el que la fuga de capitales ha sido de 879 millones de dólares.

Desde Wall Street se apunta a diversos factores que han propiciado la contratación de estos productos, más allá de la optimización de carteras al entorno de bajos tipos de interés. En este sentido, el más halagüeño panorama macroeconómico reinante tanto a escala global como en los casos particulares de gigantes como China también ha facilitado la toma de posiciones en fondos cotizados con exposición a economías emergentes, muy denostados hace solo unos meses. Así puede entenderse que el favorito de los inversores en este trimestre recién terminado haya sido el iShares Core MSCI Emerging Markets, con entradas por 6.600 millones de dólares que han engordado su cartera de activos bajo gestión hasta los 27.000 millones.

Sin embargo, las primeras posiciones del ranking elaborado por el portal especializado ETF.com están copadas por fondos focalizados o con mayoría de peso inversor en el mercado estadounidense. Aquí, los analistas del sector apuntan a las expectativas creadas en torno a las reformas prometidas por el equipo de gobierno de Donald Trump, que si bien aún no se han materializado siguen estando sobre la mesa: reforma fiscal, desregulación de algunos sectores y plan de inversión en infraestructuras. Un trípode que ha aupado a los grandes índices de referencia de Wall Street a marcar un nuevo máximo histórico tras otro durante semanas.

Mercados desarrollados y bajas comisiones

Entre los diez fondos cotizados del mercado estadounidense que más capitales han recibido, cuatro de ellos circunscriben su universo de inversión al agregado S&P 500. Otros tres amplían sus opciones a mercados desarrollados, fundamentalmente Europa, Australia y las potencias económicas del Lejano Oriente. Un claro síntoma de la confianza de los inversores en la mejor evolución de estas regiones a medio plazo, tal y como apuntan también algunos índices de confianza inversora publicados en las últimas semanas en estas geografías.

La nota discordante de esta tendencia es que los fondos más beneficiados son en su mayoría de bajo coste para sus partícipes. Esto se debe a que en gran medida son ETF que replican índices o cestas de valores dentro de índices, con lo que su gestión es pasiva o está más cerca de serlo que de implicar una concienzuda gestión por parte de sus responsables. No es de extrañar, por tanto, que los diez primeros del ranking de entradas de capital cargue a sus inversores con una ínfima comisión del 0,15% en el más costoso de los casos.

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