Señora Primera Ministra del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, el olvido de Gibraltar en la carta que invoca el artículo 50 del Tratado de Lisboa y solicita negociar la retirada del país de la Unión Europea quiere ahora repararse con promesas de ardor guerrero como cuando los niños cantaban «Mambrú se fue a la guerra».
Sepa que todo patriotismo histriónico desmiente cuanto proclama y explíquele a su Picardo que para Gibraltar el mantenimiento de su condición británica deja de ser un privilegio gratuito para convertirse en adelante en un costoso sacrificio.