El PP juega con el miedo a la urnas de su ‘leal oposición’

Detrás de la cortina

El PP juega con el miedo a la urnas de su ‘leal oposición’

Rafael Alba

Algunos medios especulan con la posibilidad de que Rajoy convoque otras elecciones si Ciudadanos y el PSOE no cooperan con el Gobierno. Han bastado un par de noticias llegadas del ‘frente judicial’ para que el PP haya vuelto a dejar en ridículo a Ciudadanos y el PSOE, los dos elementos básicos de esa leal oposición que dice estar dispuesta a todo para asegurar la estabilidad y la gobernabilidad de España y que no hace tanto estuvieron dispuestos a hacerse algo parecido a un hara-kiri político en toda regla para permitir que Mariano Rajoy, Mariano I, el magnánimo, renovara el contrato de alquiler de La Moncloa.
 
Los chicos de Albert Rivera, en concreto llevan un par de semanas sumidos en una depresión que aún hubiera sido mayor, probablemente, si no tuvieran ya el rostro acostumbrado a recibir buenos golpes de sus ‘colegas’ del partido conservador. Por si alguien lo dudaba, ya tenemos la evidencia empírica de que el partido del Gobierno no sólo obvia siempre todo lo que promete en las campañas electorales. Tampoco tiene ningún reparo en incumplir lo firmado.
 
Como todo el mundo conoce ya la historia de Murcia, y de su presidente Pedro Antonio Sánchez, cuyo respeto por las leyes que el mismo ha contribuido a promulgar es incluso menor que el que demuestran hacia la Constitución española los soberanistas catalanes, podemos ahorrárnosla aquí para no hacer interminable el cuento. Pero, en resumen, hay lo que hay, que ese político del PP no dimite, a pesar de haber sido imputado y que interpreta a su gusto el acuerdo al que llegó con Ciudadanos con el beneplácito de Génova que, visto lo visto, parece apostar por convocar unas nuevas elecciones en esta comunidad, convencido de que obtendrá la mayoría absoluta. Las encuestas le son favorables. Y, además, ese podría ser un buen aviso para navegantes, por si a los ‘naranjitos’ se les ocurre ponerse ‘chiripitiflaúticos’.
 
No se les va a ocurrir o eso parece. Ya han oído ustedes a Rivera quitar hierro sobre ese acuerdo cerrado con Podemos, PSOE y Ciudadanos en el Parlamento español para impulsar una Comisión de Investigación sobre las finanzas del PP, que el partido de Rajoy se ha negado a poner en marcha, a pesar de que estaba prevista por el pacto de investidura. Tranquilos, ha venido a decir el político catalán por si alguien no lo estaba. Habrá presupuestos y habrá estabilidad, porque eso lo estamos negociando con el PP. Lo único que ‘hablamos’ con los ‘morados’ es lo que se relaciona con la regeneración democrática y las corrupción, porque de eso los populares no quieren saber nada.
 
Lo de Rivera tiene que ser ‘cinismo’. Porque si no lo fuera, aún sería más grave. ¿No se ha dado cuenta todavía de nada? El PP no va dar su brazo a torcer en este asunto de la corrupción, ni va a volver a dejarse intimidar por un socio que no necesita para gobernar ahora que cuenta con el beneplácito de la gestora del PSOE para realizar todo tipo de enjuagues y lavados como se ha visto, no hace nada, en ese pacto bilateral suscrito por los dos viejos partidos para renovar el Tribunal Constitucional. En esos asuntos, los judiciales, a estos dos enemigos históricos siempre les va a ser bastante sencillo entenderse, sobre todo mientras los socialistas andaluces, esa supuestas legión alineada tras la posible candidatura de Susana Díaz a la secretaria general, sigan con el cuello enlazado por el nuevo corredizo de los famosos ERE.
 
Así que tranquilidad en las filas,’sentido común’, puros y chascarrillos para toda la afición como siempre. Aunque en ese tranquilo escenario de cielos despejados en el que se mueve un Rajoy mimado por las encuestas y fortalecido por el miedo de la oposición hay algún nubarrón lejano que puede amenazar tormenta. Un tal Pedro Sánchez, el exsecretario general del PSOE, defenestrado por las fuerza leales a Díaz y abandonado por los barones regionales que se habían aliado con él. Un tipo que parece dispuesto a convertirse en el protagonista de esa bella canción del compositor colombiano Guillermo González Arenas, que popularizó el gran Peret, en la que se hablaba de un supuesto cádaver que “no estaba muerto. Estaba de parranda”.
 
¿Qué pasaría si el renacido Pedro ganará las primarias del PSOE? Mal asunto y eso que en el PP ya le han advertido a todo el mundo que las primarias las carga el diablo y que con las cosas de comer no se juega. Pues a lo mejor nada. O a lo mejor todo. De momento, en algunos confidenciales de Internet ya han dejado caer que si gana Sánchez, lo mismo tenemos elecciones otra vez. Por aquello de que vaya tomando nota quien corresponda. Y esta claro que a alguien le corresponderá ya que uno de los argumentos más utilizados por los presuntos ‘golpistas’ del PSOE para atacar a Sánchez era que volver a las urnas era un suicidio político para el partido, porque les adelantaría Podemos y el PP aún tendría una mayoría más holgada.
 
Claro que lo mismo se equivocan los estrategas populares y cuando la gran Susana Díaz y sus palmeros estén al mando del PSOE, a los socialistas ya nos les darán miedo las elecciones. Como dijo el gran José Bono en una reciente entrevista publicada por ‘Vanity Fair’, “lo único que ha acreditado Pedro Sánchez” es que sabe perder elecciones. Por eso, ahora van a elegir a una ganadora. Se supone. Pero no sabemos si esa ganadora saldría triunfante del reto. Más aún, cuando ha ido perdiendo votos elección tras elección. Tal vez sería bueno que Bono recordará que hubo una vez un ‘perdedor’ llamado José María Aznar que terminó para siempre con la carrera política de otro ganador andaluz llamado Felipe González, dos políticos que, según parece, ahora tienen muchas cosas en común.
 
Al que no le da miedo seguro lo de sacar las urnas es a Rajoy. Y menos ahora que, por si fuera poco, cuenta incluso con los vientos favorables que llegan desde Cataluña, donde su rival Artur Mas, parece definitivamente vapuleado por el espinoso asunto del 3%.
 
A el no, pero a los demás sí por lo visto. O sea que estamos de nuevo en ese escenario que tanto le gusta porque le permite jugar con ventaja y eludir cualquier asunto espinoso que le pudiera, o pudiese, plantear la actualidad, como esos nuevos descubrimientos sobre las posibles tramas corruptas del PP de Madrid y la supuesta financiación ilegal de este partido con un esquema muy similar, mira tú, al que la vieja Convergencia i Unió habría aplicado en Cataluña, según el testimonio de un par de testigos que, además, son delincuentes confesos como han asegurado sobre ellos con buen criterios los posibles futuros inhabilitados Mas y Francesc Homs.
 
¿Se atreverán Rivera y el PSOE de la gestora a recoger el guante? No sabemos. Lo que no podrán decir en ningún caso esta vez es que no cuentan con el apoyo de Podemos. Porque ha quedado claro que los ‘morados’ están dispuestos a cooperar con sus ‘enemigos’ de la oposición que ha apuntalado a Rajoy, en este y otros asuntos para los que se les llame, ya sea relacionados con la regeneración democrática o con cualquier otro tema de interés común sobre el que se pueda hablar. Ya ven.
 
Si al final, Ciudadanos decide ser fiel a los presuntos principios que ha vendido a la población española, a esa vocación de provocar una limpieza real de la actividad política de la que tanto han presumido, lo mismo aquella otra de contribuir a la estabilidad de España se les queda en el tintero. Más que nada porque a Rajoy nadie le va obligar a hacer algo que no quiera mientras tenga en sus manos el botón nuclear y lo pueda apretar cuando quiera para volver a convocar elecciones.

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