Lechugas en la calle Obispo

Desde el Malecón con...

Lechugas en la calle Obispo

La Habana

Alguien lo dijo, que en La Habana puede suceder cualquier cosa. Como solía decir un buen amigo, “siguen llegando coronas de diferentes jardines”.  En La Habana, desde la pasada semana, las conocidas “damas lechuga” con el objetivo de disuadir del deseo de la carne a los cubanos para entregarse por completo a los vegetales.
 
Gran y sano propósito que difícilmente puedan lograr esas esculturales mujeres que a golpe de atrevidos vikinis con hojas de lechuga, incursionaron por la concurrida calle Obispo buscando acólitos vegetarianos y que lo logrado fue que a algún que otro viandante se le fuera la lengua para advertirles que estaban tan buenas como para comérselas con hoja y todo en acto de puro canibalismo sexual.
 
Obviamente, figurado, que no estamos ni somos para tanto y mucho menos para asustar al visitante. Las damas, pertenecientes a la ONG Personas por el Trato Ético a los Animales (PETA) hicieron bien su papel y se les trató con todo respeto en su sorprendente aparición en una calle donde, curiosamente, todo el mundo la transita masticando pizzas y bocadillos tanto en subida como en bajada. A La Habana, continúan arribando muchos curiosos de diversos tipos de la acuarela humana. Persiste el “boom” sin fecha aproximada de caducidad.
 
Llegan algunos haciendo derroche de dinero a las dos manos, como esos que dejaron más de un millón de dólares en la subasta de humidores en el Festival del Habano, y otros, como unos chinos que conozco, que obsequiaron a sus arrendadores, con gran pompa y ceremonial, un mazo de lechuga que una dama les regaló en pleno Obispo. Alguien lo dijo, que en La Habana puede suceder cualquier cosa.

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