Trabajadores de centros para personas sin hogar explotan: “Estamos igual que con Ana Botella”

Trabajo social

Trabajadores de centros para personas sin hogar explotan: “Estamos igual que con Ana Botella”

Persona sin hogar

Ausencia de camas y personas que duermen en el suelo. Esta es la realidad que viven los centros dedicados a las personas sin hogar en Madrid. El Ayuntamiento parece haberse olvidado de la promesa electoral que hicieron: remunicipalizar los servicios. Varias personas sin hogar duermen en el suelo, sobre una manta, en el Centro Abierto La Rosa, un centro municipal dedicado a la atención de las personas sin hogar del Ayuntamiento de Madrid. Son las ocho de la mañana, no hay camas suficientes y allí apenas hay tres auxiliares, cuando las condiciones del contrato adjudicado a la empresa ASISPA señala que en el turno de mañana debería haber cinco auxiliares.
 
Esta es la consecuencia directa de la “nefasta gestión” que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid y la empresa adjudicataria (ASISPA) sobre este centro de Intervención Social. Un miembro de la plantilla de La Rosa confiesa ante elboletin.com que pese a la esperanza inicial, con el triunfo de Manuela Carmena, “estamos en la misma situación que estábamos con Ana Botella”.
 
Esa frase resume la indignación y resignación que impregna el sentir de los trabajadores de este centro, que observan sorprendidos el ‘olvido’ electoral de Ahora Madrid. “Los responsables del área que dirige Marta Higueras nos han dejado claro que de municipalización nada. Que su modelo es el de la externalización de los servicios. Es decir, un modelo liberal de plantear los servicios sociales”.
 
El problema nace cuando de ASISPA, la empresa – privada – adjudicataria del contrato de gestión del centro, comienza a incumplir el Convenio de Acción e Intervención Social que está en vigor desde 2015. Actualmente, a falta de que se pronuncie la Justicia, se está aplicando el Convenio de Residencias y Centro de día para personas mayores. ¿Qué significa eso? Una diferencia salarial del 30% menos.
 
Sin embargo, la plantilla del Centro Abierto La Rosa tiene claro que el Ayuntamiento es el principal responsable de que no se cumplan las condiciones laborales de los trabajadores, y las condiciones de intervención sobre las personas sin hogar. “Todo lo que se hace en los centros es decisión del Ayuntamiento”, afirma a elboletin.com una persona de la plantilla.
 
La esperanza, a priori, es que el próximo 31 de mayo finaliza el actual contrato de gestión del centro, y el Ayuntamiento tendrá que volverlo a sacarlo a concurso. La confirmación del consistorio de que no va a remunicipalizar el servicio rebaja las expectativas a unos trabajadores que, al menos, tratan de influir en los pliegos (las condiciones) del próximo contrato.
 
No obstante, el equipo de Manuela Carmena no está dispuesto, ni siquiera, a escuchar sus peticiones. “El Ayuntamiento nos ha dicho que no tienen ninguna obligación de reunirse con nosotros […] nos dicen que cualquier sugerencia que tengamos para las condiciones del próximo contrato la tramitemos a través de las empresas adjudicatarias”, asegura el trabajador del centro.
 
Esto significa, de ser cierto, que el Ayuntamiento elaborará las condiciones del próximo contrato en virtud de lo que le transmitan las empresas privadas, y no los trabajadores directamente. A pesar que el contrato actual no se esté cumpliendo.
 
“Queremos que se cumplan los derechos de los trabajadores y las necesidades del centro para dar un buen servicio social. Sin embargo, (en el Ayuntamiento) insisten en que sean las empresas las que diseñen las condiciones del próximo contrato”, lamenta.
 
Los trabajadores de este centro de intervención social sobre personas sin hogar demandan un control democrático sobre el seguimiento de los contratos para evitar su incumplimiento. Por eso consideran que las plantillas deberían participar, sin intermediarios, en los procesos de elaboración de las condiciones de los contratos de gestión. Algo que el consistorio no parece estar por la labor.
 
“Si los trabajadores somos los que trabajamos, y el Ayuntamiento el que pone los medios, ¿qué pintan las empresas en medio?”, cuestiona al tiempo que denuncia que la red de servicio social está diseñada de manera asistencial.
 
“Queremos que el servicio que se presta sea un centro de servicios sociales y no lo que podían hacer los frailes mercenarios hace 200 años. Un asilo donde guardar ahí a la gente para que no esté dando vueltas por la calle”, sentencia.

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