Trump despide a la Fiscal General que rechazó el veto migratorio

Estados Unidos

Trump despide a la Fiscal General que rechazó el veto migratorio

Donald Trump, presidente de EEUU

Sally Yates era la Fiscal General en funciones, un puesto equivalente al de ministra de Justicia en EEUU, hasta que Donald Trump decidió despedirla. El trabajo de una Fiscal General en Estados Unidos es similar al de una ministra de Justicia en España. Sally Yates ha sido durante los últimos años quien ha ocupado ese cargo por decisión de Obama, en un país que en ese tiempo no ha instaurado ningún veto migratorio por cuestiones de nacionalidad.
 
Sin embargo el nuevo presidente, Donald Trump, lo ha llevado a cabo en menos de dos semanas de liderazgo. El magnate neoyorquino firmó el pasado viernes una orden ejecutiva en la que prohíbe temporalmente la entrada a EE.UU. de ciudadanos provenientes de Irán, Irak, Siria, Sudán, Somalia, Libia y Yemen.
 
Yates aseguró a lo largo del fin de semana que mientras ella fuera la Fiscal General – en funciones – no iba a defender esa Orden Ejecutiva porque dudaba de su legalidad. Es más, la fiscal elegida por Barack Obama aprovechó sus últimos días para ordenar a los abogados del Departamento de Justicia que no hicieran cumplir la orden firmada por el presidente.
 
Una decisión que le ha apartado del cargo poco antes de lo previsto. El presidente Trump ha decidido despedirla fulminantemente por haber “traicionado al Departamento de Justicia al negarse a hacer cumplir una orden legal diseñada para proteger a los ciudadanos de los Estados Unidos». Según Trump, los demócratas están tratando de boicotearle.
 


Yates ocupaba el cargo de forma temporal hasta que el Senado confirmase al conservador Jeff Sessions. De momento no ha ocurrido y es Dana Boente, abogado de EE.UU. para el distrito del este de Virginia, quien la sustituye temporalmente como procurador general.
 
Boente ha anticipado que defenderá la polémica orden de inmigración de Donald Trump.
 
Críticas de diplomáticos y Obama
 
Decenas de diplomáticos estadounidenses y funcionarios en el extranjero han querido mostrar su disconformidad con el decreto de Donald Trump realizando un escrito de «disensión» donde critican taxativamente la orden ejecutiva del presidente.
 
Algo que desde la Casa Blanca no han dado mucha importancia. Al revés, el secretario de prensa de Donald Trump, Sean Spicer, ha llegado a decir a esos diplomáticos que ya saben ‘donde está la puerta’.
 
Por último, en una decisión sin precedentes en la Historia de Estados Unidos, Barack Obama, el presidente saliente, decidió criticar abiertamente al presidente entrante, Donald Trump, asegurando que su posición política estaba representada por las personas que habían decidido salir a protestar. Según el expresidente de EEUU, “los ciudadanos que ejercen su derecho constitucional de reunirse, organizarse y hacerse escuchar por sus funcionarios electos es exactamente lo que esperamos ver cuando están en juego los valores estadounidenses».

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