El frenesí de los últimos días de Obama

Estados Unidos

El frenesí de los últimos días de Obama

Barack Obama, presidente de EEUU

El expresidente ha aprovechado las últimas semanas en el cargo para mejorar su imagen y tratar de condicionar la legislatura de Trump. Barack Obama deja este viernes de ser el presidente de Estados Unidos. El primer presidente negro de la historia del país llegó a la Casa Blanca como ‘la gran esperanza’ y se va de ella con, posiblemente, más oscuros que claros. En cualquier caso, la llegada de Donald Trump y las medidas aplicadas en los últimos días de presidencia han servido a Barack Obama para mejorar su imagen.
 
La última, la decisión de sacar de la cárcel de Guantánamo a cuatro presos que permanecían en ella desde 2002. Ravil Mingazov, Haji Wali Muhammed, Yassin Ismail Qasim y Jabran al Qahtani han sido enviados a Emiratos Árabes Unidos y a Arabia Saudí, según ha informado el Pentágono a varios medios estadounidenses.
 
Sin embargo, la considerable reducción de presos en este centro de detención – de 242 reos en 2009 a 41 en 2017 – no debe obviar la promesa electoral de Obama de cerrar la cárcel de Guantánamo por completo.
 
El hasta hoy presidente de Estados Unidos no esconde la desilusión por no haber cumplido el cometido, pero “si hubiera sido fácil, hubiéramos cerrado Guantánamo hace años”. Obama se excusa en la mayoría republicana del Congreso para lamentar que “la Historia nos castigará por combatir el terrorismo de esta forma”.
 
“Guantánamo es contrario a nuestros valores y socava nuestra posición en el mundo”, asegura.
 
La liberación de estos presos no ha sido la única medida penitenciaria que ha aplicado Barack Obama en sus últimos días de gloria presidencial. Para lo que le quedaba dentro, el presidente ha querido quedarse a gusto.
 
A dos días de investirse Donald Trump como presidente, Obama decidió conmutar las penas de reclusión de 330 personas, casi todas por delitos no violentos relacionados con las drogas. En un mensaje compartido en Twitter, el hasta hoy presidente asegura que «Estados Unidos es una nación de segundas oportunidades”.
 


Sin embargo, la conmutación de condena más relevante que ha hecho Obama – también esta semana – ha sido la de Chelsea Manning, la analista de inteligencia del Ejército que fue condenada por la filtración en 2010 de miles de documentos que revelaron actividades militares y diplomáticas de Estados Unidos en todo el mundo.
 
Manning, que ya ha intentado suicidarse en dos ocasiones, debía estar en prisión hasta el año 2045. Con la decisión de Obama, Manning abandonará la cárcel el próximo 17 de mayo, ganándose la aprobación de asociaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos.
 
“Chelsea Manning es alguien que ya pasó por el proceso de justicia militar, ya enfrentó el debido proceso, fue hallada culpable, sentenciada por sus crímenes y los reconoció”.
 

Hay quien acusa a Barack Obama de que estas medidas han sido aplicadas meramente para limpiar su imagen, severamente afectada en cuestiones humanitarias y de derechos humanos por las abultadas cifras de bombardeos estadounidenses en Siria, Afganistán e Irak durante su mandato. Hay quien lo acusa de haber emprendido estas políticas para tratar de condicionar la legislatura de Trump.
 
Por ejemplo con la imposición de sanciones a Rusia, la abstención de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU cuando se declaró ilegal los asentamientos de Israel en Palestina o el fin de la ley ‘pies mojados, pies secos’. Todas estas decisiones han sido tomadas en las últimas semanas, molestando a los principales defensores de Trump: Putin, Netanyahu o los cubanos de Miami.
 
Hasta ahora, prácticamente todo cubano que alcanzara territorio estadounidense podía quedarse en el país, aunque hubiera entrado de forma ilegal. Sin embargo, con el fin de la ley ‘pies mojados, pies secos’, los cubanos que entren de forma ilegal a EE UU serán tratados “de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países”.
 

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