Trump no ha visto con buenos ojos lo realizado por su predecesor y en varias ocasiones ha dicho de aplicar la marcha atrás en algunas medidas aprobadas. Los días en la isla no pueden estar más tensos y preocupantes en la medida en que se acerca este 20 de enero la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca porque tal parece que el tema Cuba pronto tendrá un pronunciamiento ya oficial.
El nuevo Presidente no ha visto con buenos ojos lo realizado por su predecesor y en varias ocasiones ha dicho de aplicar la marcha atrás en correspondencia con los puntos 4 y 7 de las 11 tácticas de negociación de su autoría: Cumplir la palabra y Haga saber su posición. Y en ello, mucho pudieran influir los cuatro cubanoamericanos Mauricio Claver-Carone, Carlos E. Díaz-Rosillo, Yleem Poblete y John Barsa llamados a formar parte del nuevo equipo gubernamental.
Las autoridades locales, si bien en las pocas declaraciones al respecto han apuntado a un compás de espera, no pueden dejar entrever la gran preocupación por lo que pueda suceder en Washington y también en La Habana.
Y es que el momento no resulta favorable en todos los órdenes a una vuelta de rosca de lo poco o mucho que logró avanzarse con Obama no bien correspondido por La Habana según algunos analistas.
La economía, declarada y reconocida en recesión, tendrá que tomar parte en lo que pudiera decidirse de cara al poderoso vecino a 90 millas de nuestras costas en cualesquiera de sus actitudes para con la isla.
De lo contrario, “manden más que estamos ganando.”
«Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y…