La Comunidad de Madrid encarga las dietas del Hospital El Escorial a un catering con múltiples denuncias

Sanidad

La Comunidad de Madrid encarga las dietas del Hospital El Escorial a un catering con múltiples denuncias

Servicio de cocina

La empresa Serunion, que suministró en cinco colegios sopa con gorgojos, se hace con la gestión y suministro de víveres para dietas en el Hospital El Escorial. Un trozo de madera en las acelgas, comida con sabor amargo y con nulo valor nutricional, la bacteria Listeria Monocytogenes conviviendo en los alimentos, falta de pasteurización y sopa con gorgojos (gusanos) en cinco colegios. Este es parte del historial más reciente que ha registrado la empresa Serunion, la nueva encargada de la “gestión y suministro de víveres para la elaboración de dietas alimenticias y explotación de la cafetería y máquinas de vending en el Hospital El Escorial”.
 
La Comunidad de Madrid, que ha adjudicado a esta compañía el servicio por un total de 206.686 euros, ha tachado de “admisible” la oferta presentada por Serunion pese a las múltiples y recientes denuncias que ha recibido tanto de usuarios como de ayuntamientos. De hecho, como indica la página oficial del Gobierno regional, fue la “única oferta presentada a licitación”.
 
Bajo un contrato de un año, la empresa se hará cargo de la gestión y el suministro de los alimentos “necesarios” para las dietas, “alimentos extras y productos facturables por reposición, sucesivo y por precio unitario, para su elaboración y cocinado por el Servicio de Cocina del Hospital”, así como de la “gestión del almacenamiento y conservación de los bienes objeto de la contratación en las dependencias” del centro. Algo por lo que ha sido criticado y sancionado.
 
Un encargo que recae sobre Serunion, que cerró un 2016 cargado de multas y quejas por su gestión, sobre todo en Logroño donde acumuló un total de tres infracciones por parte del Ayuntamiento. Es más, el Consistorio decidió dar paso al expediente que rescindiese el contrato con la empresa después de que la oposición lo exigiese tras la denuncia de una usuaria por encontrar un trozo de madera en la barqueta de acelga con patatas.
 
Sin embargo, este caso no fue el único que ha rodeado a la empresa en la región norteña. Otra de las denuncias de los clientes llegó después de recibir comida con sabor amargo, con nulo valor nutricional y sin que se pueda distinguir a veces si es carne o pescado, como informó el medio digital La Rioja 2 o por presenciar la multitud productos químicos presentes en los alimentos. A su vez, el Ayuntamiento de Logroño sancionó con dos faltas graves a Serunion por la no pasteurización de la comida y por la deficiente presentación de la comida; y con una infracción “muy grave” por la aparición en uno de sus menús «de una bacteria -la Listeria Monocytogenes- que revela un problema no de salud, sino higiénico y de superficie de los alimentos», que estaría ligado a su envasado o manipulación.

Fuentes de Serunion han recalcado a ElBoletín.com que pese a la sanción del Consistorio logroñés por el caso de la bacteria, la posición de la compañía es firme: «El procedimiento de análisis realizado por el Ayuntamiento de Logroño no cumplió con los protocolos oficiales de Sanidad, y, por tanto, no era válido. Serunion sigue negando rotundamente la existencia de la bacteria Listeria en su cocina y que en su día aportó todas las pruebas correspondientes que así lo demuestran». Un conflicto que, como destacan en la empresa, derivó en un expediente interpuesto en febrero de 2016 y que hasta octubre de 2016 no salió la correspondiente sentencia. Por ello, el catering ha decidido emprender «las acciones legales que considere oportunas para aclarar esta situación». Asimismo, han aseverado que se mantiene el «máximo control» sanitario e higiénico en sus servicios.
 
Pero uno de los escándalos más llamativos que protagonizó la compañía fue en Castilla y León cuando en octubre de 2014 sirvió en seis colegios públicos sopa con pasta en la que se hallaron larvas de gorgojo, un insecto que ataca a todo tipo de cereales y que se produce por una mala conservación del grano. Al haber estado la larva muerta, como apuntaron los expertos, no supuso ningún riesgo para el alumnado, pero las quejas no se hicieron esperar y se llegaron a recoger 7.200 firmas en contra. “La gente se quejaba de que las raciones son escasas, las cremas ácidas y aguadas, las patatas duras, y ahora… la sopa con gusanos”, relató María del Mar Albala, la tesorera de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del colegio Antonio Valbuena (León) al diario El País.
 
La firma que se ha hecho con el contrato de la Comunidad de Madrid ya se enfrentó a otras acusaciones de intoxicación en Sevilla y Granada (2008), Elche y Alicante (2012), una denuncia de CCOO por servir comida en mal estado en Palencia (2015), una multa en Mallorca (2014) después de que un alumno encontrara un trozo de una cuchilla en la sopa y un expediente en Segovia (2015), como recogió Crónica Global.  

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