La muerte de Fidel Castro

Desde el malecón con..

La muerte de Fidel Castro

Fidel Castro

Esperada era y no por ley de vida, sino porque en los días previos a su fallecimiento bajo un secreto familiar y de Estado, la salud del Comandante había empeorado. Esperada era y no por ley de vida, sino porque en los días previos a su fallecimiento bajo un secreto familiar y de Estado, la salud del Comandante había empeorado definitivamente. Fidel Castro Ruz, de 90 años de edad, está definitivamente muerto y será la historia, como el mismo señalara en su autodefensa en el juicio celebrado por el asalto al cuartel Moncada en 1953, quien se encargue de juzgarlo en una sala de justicia con sus detractores y admiradores.
 
Murió el pasado viernes 25 del mes que corre a las 10:29 de la noche y sólo unas horas después comenzaron a llegar mensajes de condolencias de presidentes afines a su ideología, salvo el correspondiente a Mariano Rajoy, el primero desde Europa, nada protocolar por cierto, extenso y con ese sentimiento agregado por tratarse de un hijo de español, el mismo argumento que algunos historiadores le cargan a Francisco Franco cuando le preguntaron “¿Por qué Cuba?”.
 
Nueve días de Duelo Nacional. La ciudad más tranquila que nunca. Mal momento para el concierto de Plácido Domingo y sus 533 invitados llegados especialmente al acontecimiento devenido funeral en la Plaza de la Revolución José Martí, donde estarán las cenizas del líder este lunes según la voluntad de ser cremado.
 
Cuba podría cambiar bajo su definitiva ausencia, aunque perdurará por mucho tiempo sus puntos de vista y concepciones políticas e ideológicas. Si en algún momento dedicó sus menguadas energías a la producción de alimentos ricos en proteínas según le explicara al último visitante que recibió públicamente, el presidente vietnamita Tran Dai Quang el martes 15 de noviembre, no dejó de pulsar la realidad en Cuba.
 
Sin embargo, aquí muchos suponen, y con razón, que Fidel Castro desde su retiro, jugó un papel de primer orden en la política exterior de cara a las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
 
Hoy será un gran día en la Plaza de Revolución, escenario de grandes acontecimientos. Por seguro que alcanzará la presencia de la mayor multitud de su historia. Será el último adiós al líder y aquí cada cubano tendrá algo que decirle o pensar cuando le corresponda pasar por la urna donde reposan sus cenizas.
 
También desde hoy, lo más parecido a un plebiscito. La Comisión Organizadora de los funerales nos ha pedido a todos los cubanos firmar-confirmar el criterio de Revolución que Fidel emitiera hace 16 años.
 
“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado…”, iniciaba así la definición.
 

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