¡Luchar y estudiar!

Transiciones

¡Luchar y estudiar!

Política transicional

En nuestra época de estudiantes universitarios, era estandarte de lucha el lema “¡Estudiar y luchar!”. Hago un juego de palabras. No sé si feliz. En todo caso, basado en gratos recuerdos. En nuestra época de estudiantes universitarios, era estandarte de lucha el lema “¡Estudiar y luchar!”. Hoy, fajados en una lucha muy dura contra el castro-chavo-madurismo, es asunto de responsabilidad proclamar que junto a ella, están también los estudios y formulaciones para la superación, no solo del drama actual, sino, de las deficiencias del ciclo anterior al chavismo, responsable de su advenimiento. Ahora, entonces, toca luchar y estudiar. Por eso, el título del artículo.
 
Y es que sería un hecho de insensatez asumir que de lo que se trata es de sacrificarse para terminar repitiendo las experiencias, plagadas de errores, desviaciones y déficits de los gobiernos que precedieron a Chávez. O peor aún, regresar a lo mismo -y a los mismos-, que aún andan por ahí, “vivitos y coleando”, como decimos los venezolanos.
 
En la precisa coyuntura de esta semana, dos opciones de lucha son disponibles a los demócratas venezolanos. Gruesos sectores de opositores depositan sus golpeadas esperanzas en el mecanismo constitucional de la revocatoria del mando presidencial. Pero, ya se anuncia por ahí que será negado por el régimen. Junto a él, cobra mayor espacio, cada vez más, el llamado #DecretoGramckoYA, un medio de desconocimiento del viciado acto de juramentación de Nicolás Maduro, a ser decidido por la Asamblea Nacional, en manos de la oposición partidista.
 
Hemos impulsado la segunda opción. Y en tanto medio fácil, rápido y no violento obliga a pensar en el “Día D+1” y lo que viene después; o sea, en las formulaciones, decisiones y acciones para asumir el poschavismo. Claro, que en juegos de escenarios –es parte del trabajo- dependientes de los modos, condiciones, procesos, etc., que se desplieguen después de la salida de la pesadilla.
 
En nuestro caso, y me siento acompañado por muchas más opiniones y voluntades, creemos y trabajamos en la propuesta de un proceso estructurado que conduzca de los modos y realidades de los últimos cincuenta años venezolanos –el problema no es solo el chavismo- a una democracia liberal consolidada (la cual no hemos tenido) y una economía exitosa (tampoco la hemos tenido, en los términos posibles), en su doble dimensión de creadora de oportunidades para el éxito en el mundo global y, con ello, hacia un mejoramiento notable del ingreso real promedio de los venezolanos.
 
Esa propuesta –en 40 artículos y otros desarrollos- la hemos llamado “Transición a la Democracia y el Mercado” y la estamos proponiendo ahora como una tarea que concierne a todos los venezolanos, de cara a un eventual futuro de oportunidades. Con pleno conocimiento de que habrá otras opciones. La de la MUD, por ejemplo. Por cierto, casi un calco de las ejecutorias del pasado. Dos perlas: mantenernos en el club de “batequebraos” del MNOAL, proclamado hace un par de días, y “hacer del petróleo una palanca para el bienestar y el progreso”, como consta en un texto oficial de la Mesa.
 
Nuestra propuesta existe, entonces. Está publicada. La seguimos ampliando. Ha sido acogida por diversos. Amplificaremos su difusión. Está a la orden para aportes y comentarios. No importa si críticos. Tenemos una amplia experiencia de debate e intercambio como para negarnos a la discusión constructiva.
 
Termino: luchar, sí; pero, también tener a la mano soluciones para lo que debe venir. Es lo responsable. Como lo posteé en Twitter: se puede caminar y mascar chicle. Es algo más que eso y vale asumirlo.
 
Santiago José Guevara García
Valencia, Venezuela
[email protected] / @SJGuevaraG1

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