¿Nos hastiaremos de votar?

Partidos políticos

¿Nos hastiaremos de votar?

Diego Carcedo

Sorprende la cantidad de referéndums, consultas y demás convocatorias que han empezado a emerger como las setas en primavera en el entorno de los partidos políticos. Esto no es Suiza, y bien que algunas veces nos pesa, pero puestos a votar vamos a acabar siendo más demócratas y votadores que los helvéticos. Votar está bien, qué duda cabe, y más cuando recordamos tiempos en que las urnas resultaban más repelentes que las serpientes. Pero, no sé, miedo me da que estemos empezando a pasarnos, como a veces ocurre en nuestro país. Que los ciudadanos se expresen, opinen y decidan ya casi nadie lo discute. Ahora la duda es si no nos estaremos pasando.

Y no sólo por la concentración de elecciones, europeas, autonómicas, municipales y doblemente generales que el calendario nos ha proporcionado. Lo que más sorprende es la cantidad de referéndums, consultas y demás convocatorias que han empezado a emerger como las setas en primavera en el entorno de los partidos políticos. Todo el mundo demanda que votemos cualquier decisión a adoptar. Y aquí es donde surge la pregunta que uno se hace:

Si ya hemos elegido a nuestros representantes en el Parlamento Europeo, en el Congreso de los Diputados, en el Senado, en los parlamentos regionales, en las diputaciones y cabildos, en los ayuntamientos, en las primarias de los partidos, en los colegios profesionales y hasta en las comunidades de vecinos, ¿para qué coño tenemos que votar sobre cada decisión que los elegidos deben tomar?

¿Para qué hemos elegido gobernantes, alcaldes, líderes si luego tenemos que ser los ciudadanos de a pie los que les hagamos el trabajo? Con esta fiebre de consultas que les ha entrado a los que deberían asumir la responsabilidad de decidir, vamos a terminar no necesitando tantos intermediarios en el ejercicio del poder. Los partidos, cuando quieren llegar a acuerdos o adoptar estrategias, no tienen direcciones ejecutivas responsables para hacerlo?

Muchos políticos son profesionales con dedicación exclusiva, cosa que me parece sensata y necesaria, pero lo que no me parece bien es que a los votantes se nos exija igualmente dedicación exclusiva votando un día sí y otro también. ¿Para qué, para ahorrarles trabajo a los que ya hemos escogido para gobernar, legislar, representar y arbitrar mientras que los ciudadanos de a pie trabajamos para cotizar y pagarles el sueldo puntualmente?

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